Zapatero afirma que el Gobierno pierde credibilidad al no responder a las preguntas de la oposición

Intensa sesión de control al Gobierno con la crisis iraquí como tema estrella. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó al presidente del Ejecutivo, José María Aznar, de perder credibilidad por no responder a las preguntas de la oposición. Aznar acusó al PSOE de amenazar con consecuencias a todo el mundo menos a Sadam Husein y de echar de menos las pancartas. La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, aseguró en el pleno que ningún Gobierno ha solicitado antes una autorización a las Cortes para enviar tropas en conflictos bélicos anteriores. Rodríguez Zapatero preguntó a Aznar si considera necesaria una intervención militar en Irak, a lo que el presidente del Gobierno respondió que cree necesario el desarme del régimen iraquí. El líder socialista acusó entonces a Aznar de perder credibilidad «a fuerza de no responder y no decir las auténticas posiciones y decisiones» que ya tiene tomadas. Aznar dijo que el líder socialista «lleva quince días sin ir detrás de una pancarta», lo que, con ironía, dijo que «debe ser una cosa bastante insoportable de aguantar». Según señaló, el único a quien las resoluciones de Naciones Unidas obliga a presentar pruebas es Sadam Husein y lamentó que el dictador iraquí sea «el único al que usted, cuando habla de graves consecuencias, no le advierte de ninguna». Según Aznar, de esta forma el PSOE está dando «el mejor mensaje para todos los dictadores que quieren tener armas de destrucción masiva, incluido Sadam Husein». Rodríguez Zapatero le recordó que los inspectores de desarme de la ONU piden semanas para completar su tarea, por lo que se preguntó si Aznar «sabe más que el señor Blix». También reprochó que el Gobierno español haya convertido la diplomacia en dólares y que hayan sustituido los argumentos por ofertas a otros países. En referencia a la resolución 1.441 Aznar dijo no resignarse «a que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se muestre incapaz de cumplir aquellas resoluciones que es capaz de aprobar por unanimidad». A su salida del pleno, Aznar no fue tan claro. Al ser preguntado por la crisis, se limitó a decir que «todo puede mejorar o empeorar». Por su parte, Palacio quiso dejar claro que la Constitución encomienda al Gobierno la dirección de la política exterior y la defensa del Estado. Pese a lo que la ministra aseguró que es imprescindible que las Cortes estén «puntualmente informadas» de la situación.