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Detenidos 56 miembros del Clan de Zemun

Serbia declara la guerra a la mafia por matar a Djindjic

Un día después del asesinato del primer ministro de Serbia, Zoran Djindjic, la policía anunció ayer las primeras 56 detenciones de personas relacionadas directa o indirectamente con el crimen, todas vincul

Publicado por
Enrique Müller - BERLÍN.
León

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Zarko Korac, viceprimer ministro del Gobierno serbio, fue claro y rotundo al definir la tarea que tienen por delante las autoridades políticas y policiales del país: «El clan de Zemun ha declarado la guerra a nuestro Estado. El Gobierno de Serbia ha decidido declarar la guerra a este grupo», dijo el político. Antes había anunciado un éxito parcial en las pesquisas para detener a los autores del asesinato de Zoran Djindjic. En menos de 24 horas, han sido detenidos 56 mafiosos. Pocas horas después del asesinato de Djindjic, que hizo creer que un nuevo capítulo violento podía comenzar en la región, las autoridades actuaron con rapidez para disolver la sospecha de un complot militar contra el Gobierno y acusaron el miércoles a una banda integrada por unas 200 personas y dirigida por Milorad Lukovic, conocido también como Legija. El famoso y tenido Clan de Zemun, segun Korac, es la banda mejor organizada de los Balcanes. El político serbio, sin embargo, tuvo que admitir que el jefe se encuentra huido junto con otros líderes del clan. Pero entre los detenidos se encuentran, el ex jefe de la seguridad del estado de Serbia, Jovica Stanisic y el ex comandante de unidades especiales antiterroristas Frenki Simatovic. «El asesinato del primer ministro es un intento de provocar el caos y el miedo en todo el país», señaló el Gobierno en un comunicado donde culpa al clan de Zemun del crimen y donde denuncia que la mafia tenía como meta buscar el apoyo de «ciertas estructuras políticas» para evitar la ley y las responsabilidades de los crímenes cometidos. El jefe de la policía serbia MIlan Obradovic dijo que el asesinato había sido cometido por tres personas, que huyeron de un edificio cercano vistiendo monos de trabajo de color azul oscuro. «Ha sido un acto terrorista», sentenció Obradovic, al revelar que todas las fuerzas de seguridad del país se habían unido para combatir a los enemigos del Estado. Vengar al primer ministro El ministro del Interior, Dusan Mihajlovic, fue más rotundo al destacar la decisión de las autoridades de combatir a los responsables del magnicidio. «El Gobierno hará todo lo posible para vengar la muerte de Zoran Djindjic», prometió el político. «Como ministro quiero asegurar que llevaremos a la cárcel a todos los responsables del crimen y eliminaremos a los que se resistan a la policía». Tras el asesinato de Djindjic fue declarado en toda Serbia el estado de excepción y entraron en vigor una serie de medidas que reducen las libertades y derechos de los ciudadanos y amplían las competencias de la policía. Las medidas solo fueron criticadas por el ex presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, quien denunció que el estado de excepción podía crear un «clima de miedo y desconfianza» en el país. Pero el Gobierno defendió las medidas extraordinarias, como el único medio para combatir a las bandas mafiosas que habían crecido y adquirido poder en los últimos dos años. «Se trata de una criminalidad poco común, porque muchos miembros del clan Zemun estuvieron vinculados con el servicio de Seguridad del Estado», admitió Zarko Korac. «En las condiciones de las todavía débiles instituciones democráticas y una criminalidad muy específica, era imprescindible el estado de excepción, porque no fuimos capaces de combatir a las bandas», añadió el político, quien prometió que el país volvería a la normalidad cuando todos los autores del asesinato hayan sido detenidos. Por otro lado, ayer quedó abierto al pueblo el libro de condolencias en la sede del Gobierno de Belgrado, a cuya puerta hacen cola centenares de ciudadanos para expresar su pesar por el asesinato. El sepelio de Djindjic tendrá lugar el sábado en la Alameda de las Grandes Personalidades del Nuevo Cementerio de Belgrado.