El nuevo presidente cogerá el testigo de la espectacular apertura económica
Zemin deja en manos de Hu Jintao la nueva era de China
China eligió ayer a Hu Jintao como nuevo jefe de Estado, inaugurando una nueva era en la historia del país que se espera continúe con la espectacular apertura en lo econ
Se cerraba así el ciclo de una larga pero constante ascensión por los peldaños del poder como «aparatchik» comunista que culminó el pasado noviembre con el nombramiento de Hu, hasta ahora vicepresidente chino, como secretario general del PCCh, lo que le consagró para el máximo puesto del Estado. Zemin, al frente del Ejército Hu Jintao, de 59 años y que simboliza a la «cuarta generación» de dirigentes -nacidos entre 1941 y 1956- que asciende al poder en China, sustituye a Jiang Zemin, de 76, que se retira al haber agotado los dos mandatos de cinco años que permite la Constitución, aunque mantendrá una cuota de poder al ser ratificado ayer como jefe de la poderosa Comisión Militar Central (CMC). Poco se sabe de Hu Jintao, ingeniero hidráulico de talante «discreto y hermético», casi desconocido en el exterior y apenas conocido por sus compatriotas hasta hace pocos años. Pero tras ser elegido para dirigir el Partido en el congreso de noviembre, Hu prometió seguir la línea política marcada por su predecesor, Jiang, y subrayó que las prioridades de su Gobierno serían el desarrollo económico y la reunificación de la patria, es decir, la recuperación de Taiwán. En lo primero, los analistas coinciden en que tendrá que conciliar la dolorosa transición desde una economía planificada a otra de mercado -con sus altos costes en desempleo y de retraso de las zonas rurales- con el alivio de la creciente tensión social. Sólo así podrá evitarse un estallido que terminaría con la estabilidad que ha permitido al gobierno trabajar hasta convertir a China en el país con mayor crecimiento del mundo (una media del 7,7 por ciento anual). Al haber pasado más de 20 años trabajando en las áreas más deprimidas del país, Hu Jintao conoce de primera mano la situación de los que han perdido, y no ganado, con el proceso de reformas que inició China ya en 1978 y se aceleraron en la última década, lo que se considera un punto a su favor. Por otra parte, la ascensión de Hu Jintao y los demás líderes de su generación al poder durante la actual sesión plenaria del legislativo constituye el primer relevo en la cúpula del país más poblado del planeta (1.300 millones de habitantes) de manera pacífica y sin intrigas ni caídas en desgracia.