Una excavadora del Ejército israelí mata a una pacifista norteamericana

«Rachel estaba frente a la casa sola mientras que el resto tratábamos que la excavadora se parara», dijo Greg Schnabel, un pacifista de Chicago. «Ella hizo señales una y otra vez a la excavadora para que se parara. Cayó al suelo pero la excavadora continuó adelante. Le gritamos ''¡alto, alto!'', pero la excavadora no se paró. La atropelló completamente y luego puso marcha atrás y volvió a atropellarla». Rachel fue evacuada a un hospital pero ingresó cadáver. Los médicos diagnosticaron que la pacifista murió por las fracturas que la excavadora le causó en el cráneo y en el pecho. Las excavadoras militares son mucho más potentes que las civiles y están completamente blindadas. Las demoliciones de casas se producen a diario. Según un recuento que ha efectuado la UE, Israel ha demolido más de 800 casas palestinas desde diciembre. La presencia de pacifistas internacionales en los territorios ocupados se ha incrementado notablemente desde el inicio de la segunda intifada. Los pacifistas prestan su apoyo a la población civil en las formas más diversas. Muchos de ellos son expulsados nada más poner los pies en Israel. En los 29 meses de intifada los soldados han matado a varios civiles extranjeros, incluidos un médico alemán y un periodista italiano, pero ésta es la primera vez que matan a un ciudadano estadounidense. En los atentados suicidas que cometen militantes fundamentalistas en el interior de Israel han muerto varios israelíes judíos que tenían doble nacionalidad y también eran estadounidenses. Paralelamente, el Ejército ha decretado el cierre completo de Cisjordania y Gaza coincidiendo con la fiesta de Purim. En esta festividad, los judíos conmemoran el genocidio que evitaron en Persia y la matanza de paganos que ellos hicieron y que está recogida en el libro de Ester. Por otra parte, el periódico hebreo Haaretz publicó ayer una lista parcial de las observaciones que hace Israel a la Hoja de Ruta, el plan de paz que ha elaborado el Cuarteto. En la práctica, el Gobierno de Ariel Sharon echa por tierra esta nueva iniciativa de paz. Según el periódico, Israel sustituye todas las referencias que trae el texto a un Estado palestino «independiente» por la expresión «con ciertas atribuciones de soberanía». Israel también rechaza desmantelar las colonias judías que hay en los territorios ocupados.