Mueren 21 niños y un profesor en el incendio de su escuela en Siberia

El parque de bomberos más próximo se encuentra a una distancia de más de treinta kilómetros, de forma que, cuando el primero de sus camiones llegó a la escuela, todo el complejo había quedado reducido a cenizas. La parte superior del edificio, construido en 1927, era de madera. Esta circunstancia, unida al hecho de que el obsoleto sistema de calefacción de la escuela, especialmente la caldera, se encontraba en muy mal estado, explican en parte el origen de la catástrofe, aunque la portavoz del Ministerio ruso de Protección Civil en Yakutia, Yelena Mináyeva, declaró que aún no se ha comenzado a investigar lo sucedido y las causas reales se desconocen por el momento. El incendio se declaró por la mañana, poco después de que comenzasen las clases, factor que refuerza la tesis de que una chispa del fogón de la calefacción, recién encendida, o un repentino aumento de la presión de la caldera pudieron ser los desencadenantes del siniestro. Pese a la llegada de la primavera, en Yakutia (Siberia oriental) las temperaturas matinales rondan los quince grados bajo cero. Por razones de ahorro, la calefacción en la escuela es apagada durante la noche. Tampoco se descarta que el incendio fuese provocado por un simple cortacircuito. La mayor parte de las víctimas del fuego, de edades comprendidas entre los 11 y los 17 años, se encontraban dando clase en el segundo piso del edificio. En todo el inmueble había en ese momento 180 personas. Muchos de los niños trataron de huir de las llamas arrojándose por la ventana, lo que, pese a la escasa altura, les causó numerosas lesiones en las extremidades inferiores. El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó ayer, lunes, lo sucedido de «calamidad de enorme dimensiones» y ordenó a las autoridades federales que ayuden a las de Yakutia, así como también a los familiares de los afectados. Según una estadística reciente, el balance anual de fallecidos en incendios a lo largo y ancho de Rusia supera las 18.000 personas. Tampoco son buenas las noticias para la infancia rusa. Ayer mismo, fuentes sanitarias rusas aseguraron que el 60 por ciento de la población infantil y adolescente de Rusia padece alguna enfermedad crónica y apenas el 34 por ciento de los menores y jóvenes están completamente sanos. Las precarias condiciones ecológicas en el país son la principal causa de la mala salud infantil