Juan Pablo II: «Que los iraquíes decidan su futuro»

El papa Juan Pablo II instó ayer, en su mensaje de Pascua, a la paz en Irak, en Oriente Próximo y en todas las regiones sacudidas por los «conflictos olvidados» con el fin de evitar «el enfrentamiento dramático entre culturas y religiones». «Que reine la paz en la tierra al comienzo del tercer milenio, tristemente oscurecido por la violencia y los conflictos», pidió Karol Wojtyla en el tradicional mensaje Urbi et Orbi. Asimismo, el Pontífice recordó que la paz sobre la tierra puede ser instaurada y consolidada «con el pleno respeto del orden establecido por Dios». El Santo Padre pidió que los iraquíes decidan su futuro. «Paz para Irak y que los iraquíes se conviertan en protagonistas de la reconstrucción de su país con el apoyo de la comunidad internacional», dijo. «Con una profunda pena pienso en el daño de la violencia y de la sangre que no deja de derramarse en Tierra Santa. Pienso en la trágica situación de bastantes países del continente africano, que no puede ser abandonado a su propia suerte. Tengo también muy presentes los focos de tensión y los atentados a la libertad del hombre en el Cáucaso, en Asia y en América Latina, regiones del mundo por las que siento un gran cariño», subrayó el Santo Padre. «Que la fe y el amor a Dios conviertan a los creyentes de todas las religiones en artesanos valientes de comprensión y amor, capaces de establecer un fructuoso diálogo entre religiones que lleve a una nueva era de justicia y de paz».