Tribunales para Sadam

¿Quién va a juzgar a Sadam Huseín, si por fin aparece vivo y lo detienen? Hace casi un año que Estados Unidos decidió que serían ellos los jueces, de acuerdo con las leyes norteamericanas. Ellos se lo han guisado, y ellos se lo comen. Tres años antes del desembarco en Normandía crearon los tribunales de desnazificación. También esta vez han madrugado, pero si entonces hubo más o menos armonía entre los vencedores, esta vez el vencedor en sólo uno, o uno y medio. Tony Blair deberá decir la última palabra en tan delicado asunto. Las Naciones Unidas van a quedar para la distribución del arroz y la harina. El resto, eso es lo que piensan los consejeros ultramontanos de Bush, correrá a cargo de Estados Unidos. ¿No sería mas lógico que se juzgaran los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Irak por medio de un tribunal especial y neutral inspirado por las Naciones Unidas y guiado por leyes internacionales? Desde luego, pero la lógica la impone el resultado de la guerra. Mezcla de «idealismo de Wilson y musculatura de Reagan», el presidente Bush parece poco dispuesto a ceder competencias. Si seguimos dentro del terreno de la lógica, cabría pensar que el modelo debería ser el del tribunal para Rwanda o el de la ex Yugoslavia que juzga en la Haya al ex presidente Milosevic. El TPI (Tribunal Penal Internacional), al que EE. UU. no pertenece, tan solo juzga crímenes cometidos después del 2002, y Sadam Huseín empezó su carrera de asesino en 1968 y, ya con plenos poderes, en 1979. ¿A manos de quien van a parar los primeros y presuntos criminales de la baraja sobre los que las organizaciones de defensa de los derechos humanos han acumulado toneladas y toneladas de pruebas? Estados Unidos reina y manda. No los suelta. Lo más probable es que los ponga a disposición de los tribunales, de sus tribunales, en el área de su sistema judicial como los detenidos en Guantánamo (Cuba). Por si no hubiera ya decisiones polémicas en marcha, y evidentes resistencias a la forma de actuar de Washington, este asunto del proceso a los torturadores, asesinos con armas químicas y fusiladores en masa va a dar que hablar. Por eso, aunque no se atreven a decirlo en público, hay quienes opinan que lo mejor que puede pasar