La batalla por el petróleo iraquí vuelve al Consejo de Seguridad, donde Francia y Rusia amenazan con el veto
EE. UU. argumenta que Irak destruyó sus armas químicas antes de la guerra
Irak destruyó sus fábricas de armas de destrucción masiva y enterró material para la construcción de dicho material días antes de que co
De momento no ha habido una declaración oficial que confirme la veracidad de las palabras y pruebas aportadas por un hombre cuya identidad permanece encubierta por motivos de seguridad. Desde el Comando Central en Qatar se ha dicho que aún no se puede confirmar que su información sea novedosa. Sin embargo, el general David Petraeus, que dirige la División Aérea 101 que ha ayudado a un equipo especializado del Ejército a seguir las pistas dadas por el científico, se mostraba muy optimista. «Aunque aún queda mucho trabajo por delante para validar la información conseguida por el equipo MET Alpha, podríamos estar ante el descubrimiento más importante de todos». El equipo MET Alpha forma parte del Departamento de Inteligencia del Pentágono y su labor, según el diario neoyorquino, no ha podido desarrollarse con eficacia hasta ahora. Los delicados equipos de análisis de sustancias tóxicas que transporta el MET (Mobile Exploitation Team) no han podido entrar en Irak hasta hace unos días por motivos de seguridad. El pasado jueves consiguieron acercarse a los alrededores de Bagdag y decidieron seguir la pista de una carta recibida por los militares de aquel área en la que un hombre se ofrecía a informar al ejército de las actividades ilícitas realizadas por Sadam antes del comienzo de la guerra. Según sus informaciones, cuatro días antes del ultimátum que Bush le dio a Sadam se destruyó una planta de desarrollo de armas biológicas. El científico también entregó documentos y ejemplos de sustancias con las que él había trabajado mientras fue científico del régimen. El jefe de los inspectores de armas de Naciones Unidas, Hans Blix, regresa hoy a la palestra. El Consejo de Seguridad se reunirá con el responsable sueco para examinar la situación con vistas al retorno de las inspecciones de armas a suelo iraquí. A pesar de la caída del régimen de Sadam Husein, las resoluciones contra Irak siguen vigentes y con ellas las sanciones económicas que Estados Unidos quisiera ya eliminadas para iniciar su programa de reconstrucción. Pero para que eso ocurra, es necesario declarar a Irak libre de armas de destrucción masiva, y eso sólo lo pueden determinar Blix y su equipo de inspectores. Esto, obviamente, desagrada bastante a Washington, que desde hace tiempo no ha escondido su falta de aprecio por Blix por considerar que el jefe de los inspectores fue muy blando con el régimen de Sadam. La única misión que Estados Unidos quisiera asignar al funcionario sueco es su jubilación, que de hecho se va a producir en junio. Al menos dos resoluciones del Consejo establecen que el embargo contra Irak, impuesto tras la invasión del Ejército de Sadam Huseín a Kuwait en 1990, deberá ser levantado cuando se establezca que ese país no cuenta con armas de destrucción masiva. Dos de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, Francia y Rusia, ya han manifestado su oposición a que se efectúe cualquier cambio que pudiera dar la impresión de que se apoya la guerra o que diera a Estados Unidos un control excesivo sobre el futuro económico de Irak. Con el fin de evitar una nueva confrontación diplomática en el Consejo, Estados Unidos evalúa la posibilidad de pedir que el levantamiento del embargo en contra de Irak se concrete en distintas fases, en las primeras de las cuales la ONU seguiría siendo quien administrase la venta del petróleo iraquí.