Un eco de la historia

Hoy se conmemora por la comunidad chií la muerte (casi un asesinato: un combate desigual entre un grupo de fieles y una poderosa fuerza militar) del tercer imam, Huseín, nieto del profeta Muhammad, tras culminar los cuarenta días del riguroso luto chií. El hombre, hijo de Alí, primo y yerno del fundador del islam, quien había muerto 48 años antes, rehusó aceptar el proceso de confiscación política del depósito fundacional por una dinastía en vías de creación (los Omeyas) y empujado por una facción purista impregnada del sentido de la justicia y el sacrificio se opuso al impío Yazid: se dirigió a Kufa y montó sus tiendas en la pequeña ciudad de Kerbala. Allí fue liquidado, decapitado y (su cuerpo, su cabeza fue enviada a Damasco) enterrado. Eso fue el 10 de moharram del año 680 de nuestra era. Y hoy, en Kerbala, donde está el santuario del llorado mártir, Huseín ha obtenido una gran victoria retrospectiva: en torno a su tumba se reúne una muchedumbre incalculable integrada por varios millones de personas, ciudadanos iraquíes a los que hasta hace poco se les impedía hacerlo. El ambiente es, sobre todo, de consuelo y júbilo. Pero hasta el observador más modesto sabe que en ellos -dos tercios de la población del Irak- está la clave de lo que se quiera o se pueda hacer desde el régimen de ocupación. Los chiíes son, en primera instancia, eso «Shiïat Ali», el partido, la facción de Ali, la resistencia al giro omeya. Todos los imames (gu]as) de la causa murieron a manos de su enemigo excepto el duodécimo, Abual Kasim Muhammad, evaporado, desaparecido en el 941 (dc). Lo que tenemos delante, pues, es el chiismo duodecimano. Debate interno Los chiies se autoafirman en nociones de la esperanza y sacrificio, son la versión del islam más intensa e interiorizada y muy proclive, pues, al debate sobre su formulación social: incluso sin pretenderlo postula un régimen... Sus autoridades de hecho son los imames de las mezquitas. Su referencia, Irán donde hay una República Islámica chií. Su cabeza pol]tica más conocida es el gran ayatollah Baqr al-Hakim, l]der del «Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq»... que ha vivido más de veinte años exiliado en Teherán y boicoteó el primer encuentro de la oposición bajo control americano en Nassiriyah. Lidiar este mundo ancestral, militante y dinámico. Tal es el colosal desafío al que se enfrenta Washington en Irak. No reconstruir las infraestructuras y abrir los bancos. Eso lo hace cualquiera...