Chalabi afirma que Sadam continúa en Irak y que viaja con plena libertad

Aunque, como reconoció el propio jefe del Congreso Nacional iraquí, se suele tener conocimiento del paradero de Sadam en las 12 o 24 horas posteriores a su paso por los lugares. Mientras tanto, unos 5.000 musulmanes chiíes protestaron ayer con energía y lograron que el Ejército de EE. UU. liberara a un destacado clérigo de Bagdad, Mohamed Al Fartusi, que fue detenido en la misma cuando peregrinaban a la ciudad santa chií de Kerbala. «Liberación inmediata, no estamos dispuestos a vender este país», gritaban los concentrados -exclusivamente hombres- que enarbolaban banderas verdes y negras y portaban retratos de Fartusi y de los imames Ali y Huseín. Soldados estadounidenses, apostados en los alrededores del hotel Palestina, ante el que discurría la protesta, vigilaban desde sus tanques a los manifestantes y a los grupos que venían a sumarse a la protesta desde otros barrios, a medida que la noticia corría como un reguero de pólvora por Bagdad. Una octavilla lanzada al aire rezaba: «somos el pueblo iraquí y anunciamos nuestra protesta porque las tropas de EE. UU. están en nuestra tierra y han detenido a cuatro hombres religiosos, entre ellos al ayatolá Fartusi». «Exigimos el fin de este juego miserable», agregaba la nota para advertir «a las tropas de EE. UU. de que no hagan esto con nuestros hombres religiosos porque es lo mismo que hacía Sadam Huseín y su régimen opresor». «No vamos a permitir que aquella situación se repita», concluía el escrito. El jeque Mohamed, encaramado a una ambulancia, dirigió la protesta en Bagdad durante una hora, hasta que se confirmó la liberación.