Antiamericanos unidos

La incertidumbre política se incrementa en Irak, sobre todo en el sur, donde las celebraciones religiosas de los chiíes coincidieron con un incremento del antiamericanismo aprovechado por varios grupos religiosos para reivindicar más poder en la futura administración del país. Mientras, crece el rechazo a los planes de la Administración Bush, en las ciudades de Nayaf, Kerbala y Basora. Según The New York Times, «los rivales religiosos están unidos en un punto: su oposición a la influencia americana en los asuntos iraquíes». El periódico asegura, a partir de testimonios de civiles, que existe un malestar generalizado, que incluso llega a expresiones violentas, motivado por el desconocimiento de los planes de futuro estadounidenses y por el celo con el que se protegen las instalaciones petrolíferas mientras se descuidan edificios que fueron objeto de saqueos continuados. Estados Unidos no está solo en su temor. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, se convirtió ayer en el primer líder árabe que se reúne con la oposición laica iraquí en un intento de apoyar esa opción de poder en Bagdad después de Sadam Huseín.