DESARME PALESTINO

Milicias. Israel espera que Abu Mazen desmantele cuanto antes las milicias que operan en los territorios ocupados. Ésta será una tarea complicada con la que se corre el riesgo de propiciar un enfrentamiento interpalestino de consecuencias imprevisibles. El sector que lidera Arafat desea que las milicias declaren un alto el fuego temporal para ver cómo actúa Israel, pero no quiere que se desmantelen de momento. Hamás. Nada más anunciarse el acuerdo, Al-Rantisi, uno de los portavoces de Hamás, advirtió a Abu Mazen que el nuevo Gobierno tiene que luchar contra «el terrorismo israelí» y no contra los grupos que combaten la ocupación. Varios dirigentes palestinos pidieron ayer mismo al presidente Bush que haga público inmediatamente su plan de paz conocido como «Hoja de Ruta», una iniciativa que contempla la creación de un Estado Cisjordania y Gaza en el 2005. Fatah. Abu Mazen, de 68 años, ya ha dicho que comenzará el desarme por las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, que son las milicias de Fatah. Pero el camino que les espera no es precisamente de vino y rosas, porque ahora mismo no se puede saber si las Brigadas colaborarán con el primer ministro. La credibilidad de Abu Mazen dependerá de que tenga éxito en esta misión. Más arduo será desmantelar las milicias de Hamás y de Yihad Islámico. Los fundamentalistas han advertido a Abu Mazen que tienen todo el derecho del mundo a luchar contra la ocupación, una ocupación salvaje que oprime a la población palestina de una manera difícil de entender para quien no vive en Cisjordania y Gaza. En algunos medios palestinos se pronostica que Abu Mazen acabará estrellándose cuando se constate que Ariel Sharon sólo está interesado en acabar con la intifada y no en la aplicación real de las resoluciones dictaminadas por el Consejo de Seguridad de la ONU. Sharon. Los palestinos creen que Sharon ha aceptado sentarse a negociar con el único fin de acabar con la intifada y de conseguir ayuda económica de Estados Unidos. Según los palestinos, Sharon se sentará pero no negociará, y a la postre acusará a los dirigentes palestinos del fracaso de las negociaciones.