Policía sin armas en Bagdad
La Policía urbana volvió ayer a las calles de Bagdad para intentar poner orden en el caótico tráfico de la ciudad y ayudar a detener a las bandas de saqueadores que todavía recorren la capital iraquí. Con los habituales uniformes azul y blanco, los agentes se desplegaron por las principales arterias y cruces de la capital, donde aún no funcionan al cien por cien los semáforos pese a que el fluido eléctrico se ha restablecido en gran parte de Bagdad. Los nuevos agentes urbanos, muchos de ellos policías que han recuperado su antiguo trabajo, volvieron hoy a la calles sin armas y bajo la supervisión de la Policía Militar norteamericana. «Hoy es el primer día en el que intentamos que la policía urbana regrese a la calle para restablecer la ley y el orden», dijo a los periodistas Phillip Hall, funcionario estadounidense nombrado por EE. UU. como asesor del próximo Ministerio iraquí de Interior. El orden público ha ido retornando paulatinamente a la capital iraquí, tras el caos y saqueo generalizado desatado con la caída del régimen de Sadam Husein, el pasado 9 de abril. Junto a los policías, los bomberos y otros funcionarios de la Administración civil han respondido a los llamamientos de Estados Unidos para que se reincorporen a sus antiguos puestos de trabajo. La reintegración de la Policía urbana se produce un día después de que muchos escolares regresaran a las aulas, a pesar de las precarias condiciones en las que se encuentran los centros de enseñanza. Mientras, las Naciones Unidas abrieron ayer una oficina de representación permanente en Basora, en el sur de Irak, región que sufre una «crisis crónica y estructural grave», según declaró la coordinadora de operaciones de la ONU en la zona, Kim Bolduc. «La impresión general es que no nos enfrentamos a una crisis humanitaria pero sí a una crisis crónica y estructural grave», declaró Kim Bolduc tras una primera toma de contacto con representantes de organizaciones no gubernamentales establecidas sobre el terreno y con militares británicos desplegados en el sector. «Hay que poner de nuevo en marcha los servicios públicos y las diferentes infraestructuras, crear empleos, garantizar los servicios esenciales, ése es el objetivo», añadió la coordinadora de la ONU.