Al menos 17 muertos al estallar una bomba en un mercado al sur de Filipinas
Al menos 17 personas murieron y 19 resultaron heridas en un atentado con bomba perpetrado ayer en un mercado de Mindanao, en el sur de Filipinas. El suceso ocurrió a las 15.40 hora local (07.40 gmt) en el zoco de la ciudad de Koronadal, en la provincia de Cotabato del Sur, a 960 kilómetros al sur de Manila y de población mayoritariamente cristiana. Se trata del tercer atentado de envergadura ocurrido desde marzo en Mindanao (los otros dos tuvieron lugar en la ciudad de Davao con el resultado de más de 40 muertos y decenas de heridos) y en un momento de alta tensión por los duros enfrentamientos que libran el Ejército y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI). El coronel Agustín Dimaala, de la Comandancia Regional, explicó que la bomba se encontraba «en el interior de una bolsa» y que fue fabricada con un mortero de 81 mm y un detonador de tiempo. «La dejaron en la acera frente una tienda que tenía un gran escaparate de cristal», detalló el militar. Los investigadores consideran que dos individuos llegaron al mercado en «trike» (motocicleta con sidecar que sirve de transporte público en Filipinas), colocaron el paquete y se vieron retrasados en su escapada por los transeúntes, lo que elimina la posibilidad de que se tratara de un ataque suicida. Según el coronel, cinco de las víctimas murieron en el acto, entre ellos los dos presuntos terroristas. Los heridos fueron trasladados al hospital de Koronadal, donde doce de ellos perdieron la vida; y de los heridos que aún están ingresados, cuatro de ellos continúan en estado grave. El coronel Dimaala apuntó asimismo que a una veintena de metros de donde se produjo la explosión, las fuerzas de seguridad encontraron un segundo explosivo, también de fabricación casera. Este último, que fue detonado por los artificieros, estaba colocado frente a la estación de bomberos de Koronadal y se componía de LPG (gas licuado) y un detonador. La gobernadora de Cotabato del Sur, Daisy Fuentes, condenó el atentado y lo calificó de «acto terrorista», aunque eludió nombrar al responsable, pero las sospechan recaen sobre el FMLI. Sin embargo, el portavoz del FMLI, Eid Kabalu, cuya organización separatista es la mayor que opera en Mindanao, negó en la radio local la participación de sus hombres en el ataque.