La tragedia olvidada

El independentismo chechenio llevó a cabo ayer otro gravísimo atentado suicida por el procedimiento del camión-bomba, con docenas de muertos, en la localidad de Znamenskoya, al noroeste de la región. Y, sin embargo, este oscuro conflicto, en que Moscú ha cometido innumerables y terribles violaciones de los derechos humanos y en el que los independentistas abrazan asimismo un integrismo fundamentalista de raíz religiosa, está ausente de las agendas de los líderes mundiales en tanto se produce una tragedia de grandes proporciones que afecta especialmente a la población civil y que ha provocado éxodos masivos. El nuevo orden que pretende imponer la potencia hegemónica, tendente en apariencia a la extensión de las libertades y a la lucha contra todas las formas de terrorismo, no tendrá verosimilitud si, en casos como el de Chechenia, se corre púdicamente un velo de desinterés. Diversos organismos internacionales han hablado de genocidio en esta región de la Federación Rusa, con una historia trágica y atormentada a sus espaldas. Pero nadie quiere enfrentarse a Putin, el líder en teoría democrático de una muy dudosa e imperfecta democracia.