EE.UU. echa a catorce diplomáticos cubanos acusados de espionaje

El portavoz de EE.UU. no facilitó la lista de nombres de los expulsados ni su rango, pero especificó que en ella no están los máximos responsables diplomáticos de La Habana ante la ONU y Washington. En el caso de Washington, los diplomáticos cubanos serán declarados personas «non gratas», lo que supone la consecuente expulsión de Estados Unidos, y en el caso de la ONU, cuya sede central está en Nueva York, se les invitará a salir del país. En ambos casos, la expulsión se hará efectiva en los próximos diez días, dijo a Efe una fuente del Departamento de Estado, que confirmó que la decisión fue comunicada por separado a ambas misiones diplomáticas para que tomen las medidas correspondientes. Fuentes de la sección de intereses de Cuba en la capital estadounidense dijeron estar al tanto de la decisión de expulsar a los diplomáticos, pero tampoco dieron las identidades. Tensa situación La expulsión de un número tan elevado de diplomáticos refleja la tensa situación que atraviesan las relaciones entre Washington y La Habana, especialmente a raíz de la detención, juicio y condena de penas de hasta 27 años de cárcel de 75 disidentes cubanos. A raíz de los encarcelamientos de los disidentes, a los que La Habana acusó de estar a sueldo de Washington, el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, dijo el pasado 28 de abril que Washington «revisará su política hacia Cuba». «Estamos revisando todas nuestras políticas y nuestro enfoque hacia Cuba a la vista de lo que creo que es un situación de deterioro en los Derechos Humanos dentro de Cuba», dijo Powell. En los últimos meses, en Washington se ha hablado mucho de las posibles medidas que el gobierno del presidente George W. Bush podría tomar con Cuba y del eventual endurecimiento de las sanciones estadounidenses que pesan sobre La Habana. La última vez que se produjo una expulsión de diplomáticos cubanos fue en noviembre del año pasado, cuando dos miembros de la sección de intereses de Cuba en Washington y dos de la misión ante Naciones Unidas fueron expulsados de Estados Unidos por espionaje. La Habana reaccionó entonces criticando a Washington por inventar «falaces y desvergonzadas» acusaciones, pero no tomó medidas similares de represalia contra la oficina estadounidense ni su administración.