Bush amenaza con trasladar la OTAN por la denuncia contra el general Franks

Una demanda por crímenes de guerra fue interpuesta ayer ante el Tribunal Federal de Bruselas contra el general estadounidense Tommy Franks, comandante en jefe de las fuerzas anglo-norteamericanas que atacaron Irak. La denuncia -que ayer logró desatar las iras de Estados Unidos y de la OTAN- ha sido depositada al amparo de la llamada ley de competencia universal, que confiere a los tribunales belgas la potestad de juzgar casos de genocidio o crímenes contra la humanidad ocurridos en el extranjero. La demanda fue interpuesta por un abogado belga en representación de 17 ciudadanos iraquíes, que dicen ser víctimas de las bombas de racimo de EE. UU., y de otros dos jordanos, la viuda y el padre de Tarek Ayub, el corresponsal de la televisión qatarí Al Yazira muerto en un bombardeo norteamericano. El Tribunal Federal de Bruselas tendrá que decidir ahora si tramita o no esta demanda, mientras el Gobierno belga, muy presionado, pretende aprobar a toda prisa una nueva ley para acabar con este tipo de denuncias. El diario Le Monde, citando fuentes diplomáticas, informó que Washington llegó a amenazar a Bruselas con trasladar la sede de la OTAN a Varsovia y con boicotear el puerto de Amberes -el segundo de Europa- en caso de que el Gobierno belga no pusiese freno a este tipo de procesos contra países aliados. Quizás por ello el ministros de Exteriores belga, Louis Michel, manifestó que la demanda contra Franks le parecía «abusiva». Mientras, en Irak, más de 3.000 cadáveres, según las autoridades locales, han aparecido ya en los últimos días en una fosa común localizada en la aldea de Al Mahawil, a unos 85 kilómetros al sur de Bagdad, cerca de la ciudad de Hilla. El lugar es dantesco. En mitad de un campo y al lado de un camino, cientos de bolsas de plástico llenas de restos humanos se amontonan junto a la tierra removida, mientras los familiares buscan a sus desaparecidos hurgando entre los huesos y los jirones de ropa. El lugar era conocido por muchos de los habitantes del lugar, que lo han guardado en secreto durante 12 años hasta la caída del régimen de Sadam Husein. Dado el tamaño de la fosa, podrían aparecer hasta 10.000 cadáveres. Los cadáveres son sobre todo de militares, identificables por los restos de uniformes, pero también de mujeres y niños y hasta de minusválidos, y parecen corresponder a los caídos en la sublevación que tuvo lugar en todo el sur chií de Irak en 1991, justo tras la Guerra del Golfo, y que fue aplastada a sangre y fuego por el régimen. Por su parte, Rusia y Estados Unidos no han logrado superar ayer las divergencias surgidas a raíz de la crisis iraquí, pero coincidieron en la necesidad de recuperar el entendimiento mutuo.