Los españoles huyen por las fronteras de Ceuta y Melilla

Numerosos ciudadanos españoles, en su mayoría naturales de Ceuta y Melilla o turistas que pasaban sus vacaciones en las playas cercanas, abandonaron ayer Marruecos y regresaron a estas ciudades norteafricanas tras la oleada de atentados en Casablanca. El paso fue lento debido a que las autoridades marroquíes han extremado todos los controles fronterizos a la par que desplegaron un mayor dispositivo de protección de los intereses españoles en el norte del país. El delegado del Gobierno en Ceuta quiso mandar un mensaje de tranquilidad y aseguró: «Es prácticamente imposible que pueda por nuestro territorio colarse ningún terrorista» debido a las condiciones de «máximo control y alerta» establecidas en la frontera. La solidaridad española Las más altas instituciones españolas condenaron de forma «enérgica» los cinco atentados terroristas al tiempo que transmitieron su solidaridad y apoyo a las autoridades y el pueblo de Marruecos. El Rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, José María Aznar, fueron los primeros en enviar un telegrama de condolencia y hablar por teléfono con el monarca alahuí, Mohamed VI, a quien expresaron su «máxima repulsa por tan brutales crímenes». Las dos máximas autoridades del Estado, que reiteraron tanto al Rey de Marruecos como a su primer ministro «la profunda tristeza y consternación» del pueblo español, también ofrecieron al país vecino su apoyo «para hacer frente a este enemigo común: el terrorismo». La primera colaboración entre las Fuerzas de Seguridad hispano-marroquíes se tradujo en el cierre de las fronteras de Ceuta y Melilla y el control de cualquier movimiento sospechoso. El Ministerio del Interior va a ofreció la colaboración de las fuerzas antiterroristas españolas, tanto para el traspaso de información como para la investigación ''in situ'' mientras la titular de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, viaja hoy a Rabat.