OPINIÓN Enrique Vázquez
La Ruta, versión Sharon
La entrevista entre Ariel Sharon y Abu Mazen es no sólo necesaria, sino indispensable en el marco formal del discurso de las partes: es la primera tras la aceptación formal por el Gobierno israelí de la Hoja de Ruta que sería un trasto inútil si no sirviese para ese mínimo... Pero se produce en un ambiente pesimista. Tal pesimismo nace de la difusión, por fin y gracias a la prensa israelí, de las célebres (y previsibles, aunque oficialmente desconocidas) catorce reservas de la parte israelí al proyecto de las que Washington dijo que tendría en consideración las que remiten a la seguridad, pero rehusando alterar la redacción como pretendió Israel. Las reservas son de tal calado y prefiguran una interpretación tal del texto de la Hoja que la vacían de contenido. Se resumen fácilmente en dos conclusiones: Israel sí acepta el principio de un Estado palestino coexistiendo en paz con Israel (objetivo formal último de la Hoja) pero reducido a algo menos de la mitad de los territorios ocupados, sobre el 42 por ciento del ensayo que, en la campaña electoral, dibujó sin precisión el propio Ariel Sharon. La aparente decisión de no devolver sino una parte de los territorios y conservar todas las colonias (salvo las llamadas ilegales: ilegales son todas y una descripción más razonable sería salvajes) Jerusalén-este y los altos del Golán (pues una de las reservas es que la Hoja no tiene la menor relación con Siria y Líbano) implica una visión que puede tenerse por inaceptable por los propios palestinos y el conjunto de los países árabes. Pero incluso así, esa visión es compatible con las prescripciones de la Hoja que deja el estatuto final (fronteras) para una negociación bilateral entre las partes... con lo que comete, como han subrayado muchos observadores, el error de los acuerdos de Oslo: aparcar el corazón del problema, posponerlo y condenar así el conjunto del proceso de paz en Oriente Medio al fracaso a medio o largo plazo. El criterio de fondo de Sharon queda meridiamente claro en que otra de las reservas consiste en que de los precedentes jurídicos o políticos seleccionados por el Cuarteto para redactar su Hoja de ruta desaparezca la llamada iniciativa saudí (endosado por la Liga Arabe en marzo del año pasado)... y que preveía paz completa por completa retirada. No, Ariel Sharon no lo ve así...