La Convención discute los últimos flecos de la Constitución europea, que no será confesional
La UE podrá asistir militarmente a un miembro que sufra un atentado
«Nuestra Constitución es llamada democracia porque el poder no reside en manos de una minoría, sino de todo el pueblo entero». Con esta cita en griego d
El texto constitucional recoge también la ampliación de los poderes de la Eurocámara, la reducción de la capacidad de veto de los Estados, y la creación de la «nacionalidad europea» para complementar la de cada país. Será de las pocas constituciones del mundo que se comprometa en alcanzar «un nivel elevado de protección del medio ambiente» y a promover el «desarrollo sostenible del Planeta». La herencia religiosa ha sido uno de los aspectos más discutidos. Países como Irlanda, España, y sobre todo Italia, pretendían que se hiciera una referencia a Dios, mientras otros como Francia, respaldado por la izquierda, apelaban a la secularización. Al final, la Carta no será ni laica ni confesional, pues resaltará las «herencias culturales, religiosas y humanistas de Europa». En cuanto a la diversidad lingüística, la UE se compromete en su preámbulo constitucional a «respetar» la riqueza de su diversidad lingüística, aunque en su catálogo de idiomas sólo enumera los 21 de rango «oficial», sin hacer la más mínima referencia a los otros 36 «minoritarios», entre los que figuran el gallego, catalán o sardo. La UE tendrá competencias exclusivas sobre la política monetaria de zona euro, la comercial común, la unión aduanera y los recursos marinos. En cambio, compartirá con los Estados miembros las competencias en asuntos como mercado interior, justicia e interior o agricultura. También se refleja en el texto la lucha antiterrorista, a la que entre bastidores se llama el «artículo español». Es el número 3.46 relativo a los Capitales, que recoge la posibilidad legal de que la Unión congele las cuentas y bienes de grupos terroristas y organizaciones criminales, extremo que hoy no tiene base jurídica. En este sentido, si un Estado es objeto de un atentado terrorista, la UE podrá invocar el artículo 1.42 para «movilizar» todos sus recursos disponibles, incluidos «los militares aprestados por los Estados miembros», para salir en apoyo de su socio. Aunque restan algunos flecos por concretar, el plenario de la Convención espera concluir la próxima semana el debate en torno al borrador constitucional. Posteriormente el texto se remitirá a los líderes europeos, que en la cumbre de Salónica (19 y 20 de junio) harán una primera valoración. Después del verano, los Quince constituirán la Conferencia Intergubernamental (CIG) que tendría que derivar en la aprobación de la Constitución hacia finales de año.