El Gobierno dice que no sacó «de la manga» la información que le sirvió para justificar la guerra
La oposición exige a Aznar que pruebe en el Congreso que Sadam tenía armas
Blair, que elude la investigación, alega que los espías británicos intentan desestabilizarle
PSOE e IU pretenden importar a España los debates abiertos en Reino Unido y EE?UU sobre si Tony Blair y George W. Bush mintieron a sus ciudadanos con su principal argumento para justificar la invasión de Irak: que Sadam Huseín tenía armas de destrucción masiva. Ayer, la oposición exigió a José María Aznar que aclare al Congreso de los Diputados dónde está ese armamento. A pesar de no haber sido hallado meses después de la guerra, el Gobierno insiste en que las armas existen e incluso afirma que los inspectores lo «constataron». «No es un conejo sacado de la chistera por los participantes en la cumbre de las Azores (Bush, Blair y Aznar). Es una constatación de los inspectores. No nos hemos sacado de la manga esa información». Así de tajante se mostró la jefa de la diplomacia, Ana Palacio, al término de la reunión de los ministros de Exteriores de la OTAN que terminó en Madrid. Hasta ahora el Gobierno había visto desde lejos la polémica abierta en EE?UU y, sobre todo, en el Reino Unido ante la posibilidad de que sus mandatarios hubieran falseado o manipulado las supuestas pruebas sobre la existencia de las armas químicas, bacteriológicas y nucleares. Un acoso a Bush y a Blair que ahora pretenden emular PSOE e IU con Aznar para que el jefe del Ejecutivo también explique, de forma urgente en el Parlamento, sus evidencias. Según Palacio, y aunque los inspectores de la ONU pidieron más tiempo para encontrar el supuesto arsenal, esos funcionarios «constataron» desde 1998 que Irak tenía el material ilegal. PSOE e IU, por su parte, registraron ayer dos peticiones para que el presidente del Gobierno comparezca de forma «urgente» ante el Congreso de los Diputados en un pleno extraordinario en el que pruebe lo que sostuvo en el Parlamento cuando trató de justificar su apoyo a la guerra en contra de la opinión de la mayoría de los españoles. Los socialistas, en su escrito, le piden que «informe de los motivos y muestre ahora las evidencias que le llevaron a afirmar fuera de toda duda: «Todos sabemos que Sadam Huseín tiene armas de destrucción masiva» (en su comparecencia ante el pleno del 5 de febrero). O: «Estoy absolutamente convencido de que estas armas, que existen, acabarán apareciendo» (entrevista en TVE del 21 de abril). Mientras, el ministro para las relaciones con la Cámara de los Comunes, John Reid, lanzó ayer a la arena pública británica la acusación a «ciertos elementos canallas» de los servicios británicos de inteligencia de estar empeñados en una campaña de desestabilización del Gobierno laborista de Tony Blair mediante la divulgación, a través de informaciones confidenciales a periodistas, de la idea de que el primer ministro exageró la información que los servicios le ofrecían sobre el programa de armamentos en Irak para justificar y apremiar el desencadenamiento de la guerra. El propio primer ministro lo confirmó después en el Parlamento.