La nueva ofensiva de Israel indigna a Bush, que ve peligrar su plan de paz
Menos de una semana después de que el presidente de Estados Unidos, George Bush, se mostrara optimista tras reunirse en Jordania con los primeros ministros de Israel y Palestina, Ariel Sharón y Abu Mazen, los ánimos eran otros ayer en Washington tras el ataque perpetrado contra Abdelaziz Rantisi. Según la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, considera que «una ofensiva así no contribuye a mejorar la seguridad de Israel». «El presidente está enormemente contrariado por la ofensiva desde un helicóptero que mató al menos a dos personas e hirió a otras 20», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, visiblemente molesto y sin ocultar su temor de que el ataque eche por tierra todos los avances logrados por ambas partes desde que se planteó la Hoja para pacificar la región. «El presidente está preocupado de que este ataque contrarreste los esfuerzos de las autoridades palestinas por acabar con los atentados terroristas, además de que no contribuye a mejorar la seguridad de Israel», comentó. «Lo que importa es que palestinos e israelíes encuentren formas de trabajar juntos en favor de la paz», dijo Fleischer. «Y esto va a requerir que tanto Palestina como Israel encuentren nuevas formas de proteger la Hoja de Ruta de tal forma que avance para detener el terrorismo».