Sharon cede a las presiones pero anuncia que no abandona su política de asesinatos con misiles
Israel se retira del norte de Gaza y refrenda su política antiterrorista
Abu Mazen se reúne hoy de nuevo con Hamas para lograr que dejen las armas y los atentados
Israelíes y palestinos negocian una retirada parcial del Ejército hebreo que en un primer momento podría incluir el norte de la franja de Gaza y alguna ciudad cisjordana. A cambio, los palestinos tendrán que hacerse cargo de la seguridad. Los israelíes exigen a los palestinos un cien por ciento de seguridad a pesar de que ellos mismo son incapaces de conseguirlo con su Ejército. Los contactos se han intensificado en las últimas horas coincidiendo con la llegada a la zona de John Wolf, el último mediador estadounidense. Estas conversaciones se producen mientras el primer ministro Ariel Sharón y los Estados Unidos aumentan la presión sobre la organización fundamentalista Hamás para que deje de cometer ataques y atentados en el interior de Israel, Cisjordania y Gaza. Los israelíes relacionan la retirada militar con un cambio de actitud de la Autoridad Palestina respecto a las organizaciones fundamentalistas. El primer ministro Abú Mazen tiene previsto reanudar hoy en Gaza las conversaciones con la dirección de Hamás. La evacuación de los enclaves judíos en Cisjordania continúa a un ritmo muy lento, tan lento que los colonos han establecido en los últimos días más enclaves de los que ha desmantelado el Ejército en cumplimiento de lo que dispone la Hoja de Ruta. Los contactos entre israelíes y palestinos se centran en la evacuación del Ejército del norte de la franja y de la ciudad de Belén. Ayer, milicianos de Hamás dispararon al menos cinco cohetes Qasam contra territorio israelí desde el norte de la franja. Israel mató por su parte a cuatro palestinos. Y una niña de siete años falleció a consecuencia de las heridas que el martes le causó un misil israelí. Ariel Sharón dijo que el Ejército continuará golpeando a las «bombas ambulantes» como hasta ahora. «Si ellos no disparan, nosotros no dispararemos, excepto en el caso de las bombas ambulantes», dijo un funcionario israelí. Sharón busca la calma con todas sus fuerzas, pero lo que quiere es una calma que le permita seguir construyendo viviendas para colonos judíos como hasta ahora.