Irán acusa a EE.UU. de instigar las protestas civiles contra el régimen

Irán anunció ayer que ha presentado una protesta oficial a EE?UU por su apoyo a las manifestaciones contra el ala dura del régimen teocrático de Teherán, donde fueron detenidos otros treinta acusados de promover los disturbios. En un comunicado difundido por el Ministerio iraní de Exteriores, su portavoz, Hamid Reza Asefi, acusó a Washington de «interferir flagrantemente en los asuntos internos de Irán» y de «incumplir la Convención de Argelia», en la que los países firmantes, incluido EE?UU, se comprometen a respetar la soberanía del resto de las naciones. En el texto se añade que, por este motivo, Irán ha enviado una carta de protesta a Washington a través de la embajada de Suiza en Teherán -garante de los intereses estadounidenses en Irán-, «en la que mostramos nuestra objeción a este tipo de acciones». La queja se produce después de que el presidente George W. Bush y varios miembros de su gobierno elogiaran las manifestaciones de los estudiantes iraníes contra la privatización de la enseñanza universitaria. Las demostraciones comenzaron hace una semana en los dormitorios de la Universidad de Teherán para extenderse al resto de la capital y otras localidades, donde se convirtieron en una multitudinaria muestra de rechazo al ala dura del régimen, encabezada por el líder máximo y guía espiritual del país, el ayatolá Ali Jamenei. Los disturbios más graves se produjeron en la noche del viernes, cuando los estudiantes fueron golpeados por las milicias de jóvenes Basij , del sector conservador del régimen islámico, ante la aparente pasividad de las fuerzas del orden. Los concentrados, que llegaron a sumar miles de personas, dirigieron sus gritos contra la «dictadura» de Jamenei y contra el presidente de Irán, el aperturista Mohamed Jatami, al que acusaron de haber incumplido sus promesas de democracia. Los múltiples intentos de Jatami de aplicar su programa de reformas desde que alcanzó la Presidencia, en 1996, han fracasado tras enfrentarse al firme rechazo de los conservadores de Jamenei, que controlan algunas de las principales instituciones del Estado. Jamenei posee la última palabra en las decisiones de asuntos considerados claves para el país desde que fue elegido Líder Supremo en 1989, tras la muerte del fundador de la República Islámica de Irán, el ayatolá Ruhola Jomeini. Cuando desde Teherán se anunciaba que la calma había vuelto a la capital, el jefe de la Policía, Morteza Talaei, comunicaba ayer la detención de una treintena de personas supuestamente relacionadas con los disturbios. El general Talaei informó de que la situación se encuentra «bajo férreo control», lo que corrobora la masiva presencia policial en la ciudad.