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Los líderes europeos destacan que el crimen organizado y la corrupción son «obstáculos reales» para la adhesión

La UE abre sus puertas a los países balcánicos, aunque les exige reformas

Los miembros del Consejo Europeo evita hablar de plazos para las incorporacines

Chirac, Schoroeder y Steiner charlan antes de la reunión del Consejo

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Domingos Sampedro - enviado especial | salónica
León

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«El futuro de los Balcanes se sitúa dentro de la Unión Europea». Esta declaración escrita resume de alguna manera el mensaje lanzado por los líderes europeos a Albania y a otros cuatro Estados surgidos de la descomposición de la antigua Yugoslavia. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE cerraron ayer la cumbre de Salónica entreabriendo las puertas de la Comunidad para los países que integran la región de los Balcanes Occidentales. Después de que Croacia formalizase su candidatura a la adhesión, y con Macedonia dispuesta a hacer lo propio antes de finales de año, el primer ministro griego, Costas Simitis, puso todo su empeño para que los Quince formalizaran un compromiso claro con toda la región. No obstante, tuvo reducir un poco sus ambiciones, pues el Consejo evitó hablar de fechas concretas e insistió en exigir reformas tanto políticas como económicas. «Hoy se abre una nueva era en nuestras relaciones», manifestó ayer Simitis, quien calificó de «indispensable» la adhesión a la UE de los cinco países balcánicos. El máximo responsable de la Comisión Europea, Romano Prodi, utilizó el término de «proceso irreversible», mientras el presidente francés, Jacques Chirac, se encargaba de matizar que aún «falta mucho por hacer». Ciertamente, el Consejo no renunció a enumerar una retahíla de cuestiones que representan «una fuente de la grave preocupación» para la UE. Entre ellas figuran la delincuencia organizada y la corrupción, que son «obstáculos reales» para la estabilidad política de la región balcánica. Además, se cuidaron mucho de que las cinco naciones, se comprometiese a cooperar «de forma plena e inequívoca» con el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia y a trasladar a La Haya a todos los acusados de crímenes de guerra. Pese a que hubo algunos líderes europeos -como el español José María Aznar o el británico Tony Blair- que abandonaron el complejo turístico de Porto Carras antes de que diese comienzo la reunión consagrada a los Balcanes, las conclusiones finales fueron asumidas tanto por los Quince como por los diez países que el próximo año pasarán a formar parte de la UE. A los dirigentes de Croacia, Serbia y Montenegro, Albania, Bosnia-Herzegovina y Macedonia no les quedó más remedio que tomar nota de las exigencias impuestas por la UE para la adhesión, aunque pidieron «que las obligaciones sean recíprocas», como se encargó de decir el presidente de la Federación de Serbia y Montenegro, Svetozar Marovic. Aparte de palabras de aliento, lo que obtuvieron las naciones balcánicas de Salónica fue un cheque adicional de 200 millones de euros -la presidencia griega de la UE había propuesto cuatro veces más-, que elevará a 5.000 millones de euros los compromisos financieros de la Unión para con la región. Problemas económicos Las dificultades económicas que atraviesan estos países son enormes. A título indicativo, puede mencionarse que, frente a los 23.230 euros de renta media per capita que los Quince socios de la UE tenían en 2001, según Eurostat, el servicio estadístico de la UE, y los 5.519 de los 10 adherentes, cuatro de las repúblicas balcánicas occidentales (las ayer presentes en la cumbre menos Serbia) tenían una renta media ese año de 2.307 euros. Y ello gracias a Croacia, que con 5.449 euros elevaba la media.