El Pentágono envía una misión a Irak para evaluar la explosiva situación

? En una medida que muestra la creciente inquietud de Washington por la volátil situación en el Irak de posguerra, el Pentágono envió ayer a Bagdad a una misión independiente para evaluar la situación. La intensificación de los ataques contra los ocupantes -que desde el jueves tuvieron tres bajas-, está obligando a Donald Rumsfeld a reconocer que se enfrenta a una guerrilla organizada. Al frente de la misión está John Hamre, ex subsecretario de Defensa de Bill Clinton, que preside el Centro para Estudios Estratégicos. The Financial Times publicó ayer que Kroll, una aseguradora que trabaja para compañías que pretenden invertir en Irak, había llegado a la conclusión de que existe el riesgo de una insurrección civil contra los aliados. Las tropas de EE?UU buscaban ayer a dos compañeros desaparecidos el miércoles a 40 kilómetros de Bagdad mientras se investigaba el asesinato de un disparo en la cabeza de un marine cuando compraba ayer en una tienda. En el lugar de los hechos, vecino al cuarto santuario chiíta más importante del mundo, era visible una mancha de sangre cinco horas después del asesinato. Según explicó el dueño de un comercio vecino, el soldado fue atacado «por un joven que no era de este barrio», de mayoría chiíta, cuando se disponía a comprar un disco compacto. «El norteamericano entró solo en la tienda. Entonces se le acercó un chico joven y la disparó en la cabeza. Después salió corriendo, se confundió entre la gente y montó en un coche que le esperaba», relató el testigo. El mando también informó de las muertes de un soldado en Nayaf y un policía militar en Bagdad, en la noche del jueves. Uno de los principales líderes chiíes, Mohamed Baker al Hakim, se pronunció en contra de los ataques a los ocupantes. Mientras, el ex ministro de Información reaparece para asegurar que desconoce el paradero de Sadam. «Pero si es su hermano mayor», exclamaron los iraquíes al ver el estado físico del ex ministro de Información Mohamed Said al Sahaf, más delgado y con el pelo blanco por falta de tinte. El hombre apodado Alí el Cómico apareció la noche del jueves en dos canales árabes para decir que desconocía el paradero de Sadam Huseín. Al Sahaf, con aspecto cansado, dijo que a través de «un amigo» se entregó a las fuerzas norteamericanas y que fue interrogado sobre temas relacionados con su cargo, antes de ser puesto en libertad. La cadena anunció que hoy difundirá otra parte de la entrevista, en la que el ex ministro revela «importante información» sobre la guerra. En declaraciones a la televisión de Abu Dhabi, Al Sahaf dijo: «Soy un ministro de Información que cumplí con mi trabajo hasta el último momento». Su reaparición era ayer el principal tema de conversación en los cafés de Bagdad, pese a que pocos pudieron verlo debido a los cortes de electricidad. Para Ahmad Jassem, un asiduo cliente del café Hajj Ali, la aparición de Al Sahaf, que se esfumó tras la toma de Bagdad el 9 de abril, «demuestra que no tiene dinero para importar productos para teñirse» el pelo. «Tiene un aspecto normal y es como si se hubiese sacado la horrible máscara del régimen», agrega. El traductor Salam Jodeir considera «importante que Sahaf aparezca en la televisión porque el pueblo necesita ver con sus propios ojos que el régimen cambió».