Washington retrasa la decisión de enviar tropas a Liberia a la espera de la dimisión del presidente
A pesar de las crecientes presiones por parte de las Naciones Unidas para que intervenga pronto en Liberia, la Casa Blanca prefiere tomarse su tiempo antes de decidir si desplazará o no a soldados al país africano. Al menos así lo ven varios altos funcionarios del gobierno de George W. Bush, quienes volvieron a condicionar el envío de tropas a la dimisión del presidente de Liberia, Charles Taylor. Durante la mañana de este jueves los medios de comunicación difundieron que el Pentágono estaba considerando enviar entre 500 y 2.000 soldados a Liberia y que la decisión estaba tomada y su anuncio sería inminente. Pero a las pocas horas el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, se encargó de desmentir la premura de la decisión: «Creo que va a llevar algún tiempo», dijo a los medios de comunicación tras asegurar que «el asunto sigue siendo sometido a revisión». El secretario de Estado, Colin Powell, también se encargó de moderar las expectativas al señalar, tras una reunión con el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, que «sería prematuro asegurar que habrá un anuncio se hará en las próximas horas». Varios países africanos, además de la ONU, están presionando a Washington para que anuncie el envío de soldados a Liberia, país de tres millones de habitantes fundado por esclavos procedentes de Estados Unidos en 1847. Del 7 al 12 de julio, Bush realizará una gira por África que le llevará a Senegal, Sudáfrica, Botswana, Uganda y Nigeria. Todo parece indicar que la decisión final acerca del envío de tropas y el número de soldados que compondrían la misión norteamericana en la zona está sujeta a la renuncia del presidente liberiano. Presiones a Taylor En ese sentido, el portavoz de la Casa Blanca volvió ayer a presionar a Taylor, acusado de crímenes de guerra en la vecina Sierra Leona por una corte de Justicia auspiciada por Naciones Unidas, y afirmó que «es importante para él que abandone el país y que lo haga rápidamente». Según varias fuentes diplomáticas, en las últimas horas varias naciones africanas, entre ellas Nigeria, han ofrecido asilo político a Taylor como forma de resolver el conflicto. Con el envío de soldados al país africano, la Casa Blanca espera que sirva de nueva muestra de que Estados Unidos está dispuesto a cooperar con la ONU y los países europeos después de los desacuerdos originados por el conflicto en Irak.