Los países tendrán poder de decisión sobre el contingente de inmigrantes que recibirán
La Convención Europea aprueba la bandera y el himno comunitarios
Los 105 miembros dieron por cerrado el texto constitucional tras 16 meses de trabajo
Los 105 miembros de la Convención que en los últimos 16 meses han elaborado el proyecto de Constitución europea estamparon su firma sobre la versión completa, y pidieron a los gobiernos que no desdibujen los logros conseguidos. Además de los símbolos, las últimas modificaciones del texto introducen nuevas disposiciones para impulsar la coordinación en política social, investigación, salud e industria, y el respeto a la diversidad cultural. Los países tendrán poder de decisión sobre el contingente de inmigrantes que recibirán en sus fronteras, mientras que el Tratado de Euratom queda al margen de esta Constitución. Al concluir los dos plenos suplementarios para analizar la parte tercera de la Constitución, que desarrolla las políticas comunitarias, el presidente de la Convención, Valery Giscard D'Estaing, afirmó que se ha «esmerado por llegar a un consenso». «Nunca desde la Conferencia de Mesina (1950) se habían lanzado los europeos a una reflexión como la nuestra, estructurada, global, pública y transparente sobre su futuro. Me siento orgulloso de haber pilotado este buque, a veces entre las brumas, el frío o las olas, pero lo esencial era llegar a buen puerto, señaló Giscard. Los 550 millones de ciudadanos que en el futuro compartirán la misma Carta Magna también tendrán unos símbolos comunes. Estos son una «bandera que representa un círculo formado por doce estrellas doradas sobre un fondo azul», un himno de la Unión extraído del Himno de la Alegría de la novena sinfonía de Ludwig van Beethoven, una divisa que será «Unidad en la diversidad», la moneda común que será el euro, y la Fiesta de Europa, el 9 de mayo. En nombre de la Comisión Europea, el comisario Michel Barnier expresó el «sentimiento de orgullo» y el «agradecimiento por haber trabajado conjuntamente» para crear «la gran Europa reunificada». Un éxito La ministra española de Exteriores, Ana Palacio, opinó que «la Convención ha sido un éxito» porque «hemos sacado a la construcción europea de un atolladero porque había pasado por tres conferencias intergubernamentales que no habían resuelto los problemas». «Hemos respondido a las preocupaciones de los ciudadanos con apuestas ambiciosas y a la vez realistas», opinó Palacio, quien confió en que la sustancia de lo redactado por la Convención se mantenga en el texto definitivo. La ministra afirmó que «la vieja Europa, la que es resultado de siglos de errores y de horrores, hoy ha dado el paso simbólico de pasar a la nueva Europa, la unida, que es consciente de su responsabilidad en el mundo de hoy, la que puede aportar armonía en el mundo». El eurodiputado alemán Klaus Haensch expresó su satisfacción porque la Eurocámara gana terreno con el nuevo texto, por ejemplo con la elección del presidente de la Comisión Europea o la duplicación de materias en las que tendrá poder de codecisión. Giuliano Amato, como vicepresidente de la Convención, comentó que «un euroescéptico me dijo una vez que nunca construiríamos una Europa común porque lo que hace reír a un italiano no hace reír a un danés, y creo que se equivocó». El otro vicepresidente, Jean-Luc Dehaene, comentó que se trata de «la primera acción de la Europa ampliada».