Los paramilitares pactan con Uribe dejar de matar

Las conversaciones de paz del Gobierno con los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) entrarán en una nueva y definitiva etapa tras el acuerdo sobre la entrega gradual de sus cerca de 13.000 miembros de aquí a 2005. La desmovilización total de los ultraderechistas domina el llamado «Acuerdo de Santa Fe de Ralito», que las partes firmaron en algún lugar del noroeste del país. El consenso marcó el fin de la llamada «fase exploratoria» que el Gobierno del presidente Alvaro Uribe y las AUC emprendieron a finales del año pasado y abre una nueva «etapa de negociación». «Después de seis meses de conversaciones de esa fase exploratoria, tenemos finalmente un producto que presentar», afirmó el alto comisionado para la Paz y Convivencia y líder del equipo gubernamental en el diálogo, el psiquiatra Luis Carlos Restrepo. Son cerca de 13.000 los paramilitares que se desmovilizarán, destacó Restrepo en Montería, 902 kilómetros al noroeste de Bogotá y capital de Córdoba, uno de los departamentos del país más controlados por la ultraderecha. «Llamamos a todos los colombianos -agregó- a que nos rodeen en este primer paso hacia un proceso global de paz». El consenso alcanza al grueso de los grupos asociados en las AUC, que se constituyeron como tales en 1984 para luchar contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional, las principales guerrillas de izquierda del país. El llamado Bloque Metro de las AUC se apartó del proceso, por considerar que sólo busca poner a salvo a los líderes y jefes comprometidos con el narcotráfico, en tanto que otra ala de disidentes, la Alianza Oriente, mantiene gestiones de paz por separado. El acuerdo establece que las AUC «se comprometen a desmovilizar la totalidad de sus miembros en un proceso gradual que comenzará con las primeras desmovilizaciones antes de terminar el presente año y que deberán culminar a más tardar el 31 de diciembre de 2005». Las partes deberán crear antes las condiciones para que, «en un tiempo prudencial» los paramilitares se concentren en «sitios previamente acordados» que «contarán con la presencia permanente de la fuerza pública». Esa concentración, explicó Restrepo, tiene como propósito que el cese de hostilidades que las AUC declararon el pasado diciembre «sea total y verificable». En opinión del comisionado, también facilitará el regreso de desplazados por el conflicto, que según la Iglesia católica y Organizaciones No Gubernamentales (ONG) ha provocado la huida de más de dos millones de personas desde 1985.