La escalada de violencia obliga a EE.UU. a movilizar a 4.500 soldados
No quedaba duda de que era una bomba de relojería, y finalmente estalló: con más de un centenar de muertos y la explosión de un edificio que forma parte de la embajada estadounidense en el país, la situación en Liberia adquirió hoy el cariz trágico que muchos vaticinaban y ha obligado a la Casa Blanca a prepararse para tomar cartas en el asunto. Este lunes Monrovia vivió el día más sangriento en los últimos dos meses. Las fuerzas rebeldes emprendieron una ofensiva para tomar la capital y provocaron intensos enfrentamientos con las tropas leales al presidente del país, Charles Taylor. Los ataques con mortero se multiplicaron en toda la ciudad, y uno de los proyectiles impactó contra un anexo de la embajada estadounidense, en donde 10.000 personas estaban refugiadas. La explosión mató a 25 liberianos, cuyos cadáveres fueron luego expuestos.