Un mortero atacó la embajada americana donde se refugiaban 10.000 personas
Estados Unidos enviará soldados a Liberia para frenar la Guerra Civil
Los rebeldes confían que la llegada de tropas obligue a Taylor a abandonar el país
Tras semanas de indecisión, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush finalmente se decantó por tomar cartas en el asunto de Liberia. Ayer ordenó que un número no especificado de soldados se posicionaran en las costas del país africano para participar en labores de apoyo para la misión de paz. «Nos preocupa mucho que se estén empeorando las condiciones para el liberiano», dijo ayer Bush. «La ayuda no está llegando a la población y tememos que se desaten enfermedades». Pero el mandatario también avisó que el papel de Estados Unidos en Liberia será muy limitado y que consistiría primordialmente en ayudar a que entren en el país los soldados que integrarán la misión de paz y facilitar la entrega de ayuda humanitaria. «Estamos trabajando de forma muy estrecha con Naciones Unidas. Ellos serán los encargados de encontrar una solución política al conflicto y de remplazar en el corto plazo a los soldados estadounidenses». «La labor inmediata de la misión sera hacer cumplir el alto al fuego y favorecer las condiciones para que la ayuda humanitaria pueda llegar a la población liberiana», dijo la Casa Blanca en un comunicado, en el que también se reitera que el presidente del país Charles Taylor «tiene que marcharse». La decisión de Bush se produce en un momento en el que se han recrudecido los combates en Monrovia, la capital del país, entre la guerrilla y las fuerzas del presidente del país y han resultado en casi 1.000 muertos en menos de una semana. Ayer, unas ráfagas de disparos dirifidas contra la embajada estadounidense y sus alrededores mataron al menos a 12 personas ye hirieron a otras 100. El lunes, un misil impactó contra un anexo de la embajada estadounidense, en donde 10.000 personas estaban refugiadas. La explosión provocó la muerte de 25 liberianos. Bush llevaba sopesando la intervención militar desde el mes de junio, cuando el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan empezaron a solicitar a Estados Unidos que encabezara una misión de paz en el país africano, devastado por lustros de guerra civil. Desde entonces, Washington envió un equipo de expertos a estudiar las condiciones para determinar la conveniencia de meterse en el país. Y mientras el Departamento de Estado se ha mostrado a favor de la intervención con el argumento de que "Estados Unidos necesita una África Occidental fuerte", tal y como lo dijo el miércoles Colin Powell, el Pentágono ha sido el que más se ha resistido. Rumsfeld y sus asesores temen que sus soldados queden atrapados en medio de una compleja guerra civil.