Francia asegura que no tendrá piedad con los pirómanos y los imprudentes

El ministro francés de Justicia, Dominique Perben, anunció ayer que se harán controles sistemáticos de identidad en las zonas de riesgo de incendios para tratar de impedir los que afectan a la zona mediterránea, en grave sequía. «Espero que eso tendrá un efecto preventivo y permitirá impedir que los desequilibrados enciendan fuego», afirmó ante la prensa Perben, que explicó que ha pedido a los fiscales que pidan «las penas máximas» para los responsables de incendios con el objetivo de «que haya un verdadero efecto disuasorio». Los bomberos señalaron que está bajo control el incendio que desde el lunes afecta al macizo de los Maures, a medio camino entre Tolón y Niza, en la Costa Azul, y que ya ha calcinado unas 8.000 hectáreas de bosque y matorral, además de causar la muerte a cuatro personas. El fuego se declaró en varios focos de forma casi simultánea y se han encontrado incluso cócteles molotov, lo que ha llevado a las autoridades a sospechar que fue provocado. Unas 1.700 personas trabajaban en ese macizo, apoyados por una quincena de hidroaviones, aviones de reconocimiento y helicópteros. El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, que sobrevoló el macizo por la mañana, aseguró que «no habrá piedad» ni para los pirómanos «ni siquiera para los imprudentes» que hayan provocado fuegos, y señaló que ha pedido a policías y gendarmes la constitución de patrullas para detener a los culpables. La multiplicación de fuegos en zonas próximas al Mediterráneo, como el departamento de Var y en Córcega, han llevado a Francia a recurrir a medios extranjeros. Ayer, lunes, dos helicópteros italianos con base en Cerdeña, acudieron a la vecina isla de Córcega para intervenir en un incendio cerca de Bonifacio, que se saldó con la muerte hoy, a consecuencia de las heridas, de un hombre que había tratado extinguir el fuego que arrasaba su casa. Francia ha alquilado también tres helicópteros rusos, uno de ellos con capacidad para transportar doce toneladas de agua y los otros dos, ocho cada uno. Con los incendios registrados hasta esta mañana, habían ardido en Francia esta temporada 30.000 hectáreas de monte, lo que constituye un récord para la estación actual desde 1976, año en el que se registró una extrema sequía. Sarkozy indicó que a ellos se iban a sumar bomberos llegados del resto del país pero también una cincuentena del norte de Italia, y que se habían alquilado aparatos aéreos rusos para la lucha contra el fuego. En los Maures, donde fallecieron tres personas, dos turistas británicos que paseaban por el bosque y una holandesa de edad avanzada en las afueras de la localidad de Saint-Maxime, el Mistral ya no soplaba hoy con tanta fuerza, y el fuego estaba «contenido» -según los bomberos-, pero la subida de las temperaturas hacía temer que las brasas se reavivaran. Unas 6.000 personas, sobre todo turistas albergados en cámpings, han tenido que ser evacuadas en todo el departamento del Var a causa de los incendios, atizados por el viento, que calcinaron o causaron daños a decenas de viviendas. El macizo de los Maures ya había sido víctima del fuego los pasados 17 y 18, en el que hasta entonces era el mayor incendio registrado en Francia este año, y en el que unas 10.000 hectáreas quedaron arrasadas. El sur de Córcega, entre Porto Vecchio y Bonifacio, habían ardido hasta hoy unas 500 hectáreas en un fuego provocado que causó la muerte de un vecino de 49 años que intentó atajar las llamas que quemaban su casa. La Seguridad Civil estima, que desde el comienzo del verano ya han ardido más de 30.000 hectáreas de monte en Francia.