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efe | washington

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El presidente de EE. UU., George W. Bush, instó ayer a la comunidad internacional, especialmente a Europa, a disuadir a Irán de producir armas nucleares y pidió a Teherán que extradite a presuntos miembros de Al Qaída detenidos allí. «Creo que la mejor forma de tratar con los iraníes en este momento es convenciendo a otros para que se unan a nosotros en una declaración clara que diga que el desarrollo de un arma nuclear no le conviene (a Irán)», declaró Bush en una conferencia de prensa. Sobre si EE. UU. atacaría Irán, el presidente replicó que «todas las opciones están sobre la mesa», pero añadió: «Realmente creo que podemos resolver este asunto de forma pacífica». «Este es un tema que va a necesitar de un esfuerzo conjunto de las naciones del mundo en colaboración con Estados Unidos, Europa en especial, para hablarle claramente a la administración iraní», declaró. EE. UU. mantiene que Irán tiene un programa nuclear para producir bombas, pero Teherán insiste en que su objetivo es generar electricidad, a pesar de que cuenta con una de las mayores reservas de petróleo del mundo.

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