El periodista marroquí Ali Lmrabet vuelve a prisión
El periodista marroquí Ali Lmrabet, condenado a tres años de encarcelamiento y a una multa de 20.000 dirhams (unos 2.000 euros) por «ultraje» al rey Mohamed VI y «atentado» a la institución monárquica y a la integridad territorial del reino alauita tras haber publicado diversas caricaturas y artículos considerados ofensivos para los poderes fácticos, fue trasladado ayer a la prisión de la ciudad de Salé, cerca de Rabat. Lmrabet, que era director de los semanarios satíricos en lenguas francesa y árabe Demain Magazine y Doumane y es corresponsal en Marruecos de Reporteros Sin Fronteras y ya ha tenido que enfrentarse en varias ocasiones a la justicia y a la policía de su país, ingresó en el centro penitenciario de Salé el pasado 6 de mayo, pero tuvo que ser trasladado 20 días después a la planta de detenidos del Hospital Avicenas de Rabat debido al empeoramiento de su estado de salud provocado por una huelga de hambre extrema que llevó a cabo durante 50 días. La detención y condena de Lmrabet provocó un amplio movimiento de solidaridad en Marruecos y en el extranjero, sobre todo en España y en Francia, de sindicatos, partidos políticos, movimientos pro-derechos humanos, periodistas y personalidades de diversos ámbitos. Tanto es así, que el director de prensa ha sido adoptado como «preso de conciencia» por Amnistía Internacional y el diario catalán AVUI y ha recibido muestras de apoyo de los medios de comunicación europeos más influyentes, de varias revistas satíricas -entre ellas El Jueves y El Triangle en el España-, de parlamentarios españoles, franceses y norteamericanos, de las diplomacias de diversos países occidentales e incluso del primo hermano del rey Mohamed VI, el príncipe Moulay Hicham, conocido por sus ideas progresistas. El periodista no fue indultado por el soberano marroquí durante la Fiesta del Trono, el pasado 30 de julio lo que provocó duras críticas de la familia de Lmrabet, de RSF y de otras ONG marroquíes y extranjeras. Varios familiares de Ali Lmrabet expresaron su preocupación por «el mal estado de salud» del director de prensa.