Israel no seguirá con el plan de paz hasta que no se desarmen las milicias

Esta amenaza de Ariel Sharon el pasado martes, tras los dos atentados suicidas que costaron la vida a dos israelíes, se ha convertido en la posición oficial del gobierno israelí, que insiste en que la Autoridad Nacional Palestina debe desmantelar completamente a las milicias armadas, tal y como exige la Hoja de Ruta. Pero el gobierno palestino de Abu Mazen defiende que esto sólo podría llevar a una guerra civil, y que los ataques del martes fueron la respuesta a la provocación israelí. Ariel Sharon ha evitado reaccionar violentamente a los atentados, aunque si ha ordenado nuevas medidas de castigo sobre la población, restringiendo sus movimientos con nuevos puestos de control en Cisjordania, y limitando al máximo los permisos de trabajo en suelo israelí. Sharon arremetía ayer, una vez más, contra el presidente palestino, Yasser Arafat, su auténtica «bestia negra». En declaraciones al diario francés Le Figaro, el líder israelí afirmó que «el proceso de paz morirá si la Autoridad Palestina no aleja a Arafat de los puestos de influencia». Más lejos fue su ministro de Defensa, Shaul Mofaz, al señalar que no le extrañaría que el presidente palestino estuviese detrás de los atentados, «ya que hace todo lo posible por torpedear el proceso de paz». Unas acusaciones que no hacen más que elevar la popularidad del viejo Rais entre su gente. Negativa palestina El Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS) y la Yihad Islámica han asegurado que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) no sucumbirá a las exigencias de Israel de desmantelar a las facciones armadas palestinas. «Las demandas de Israel de desmantelar las infraestructuras de las facciones y desarmarlas sólo tienen como objetivo crear un conflicto interno palestino», dijo Mohamed Al-Hindi de la Yihad Islámica. «Israel respaldado por EEUU sólo quiere erradicar las facciones palestinas y utilizar los ataques de ayer como pretexto para ejercer más presiones sobre la ANP», agregó Al-Hindi.