Diario de León

La reanudación del metro marcó la vuelta a la normalidad en la ciudad de Nueva York

Los técnicos de EE.?UU. investigan qué ocurrió justo antes del apagón

Algunos barrios de Manhattan pasaron casi 30 horas sin luz como Cleveland o Detroit

El Time Square de Nueva York con todas sus luces

El Time Square de Nueva York con todas sus luces

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Mercedes Gallego - nueva york
León

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? Los políticos lo tenían claro a la hora de explicar el gran apagón: la culpa era del otro. Eran los hombres de ciencia los que tenían la responsabilidad de encontrar una explicación razonable, y para ello se habían centrado en los dos minutos que precedieron al corte masivo de suministro en el Noreste de Norteamérica. Aunque el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, sigue convencido de que «algo ocurrió en Canadá» que dio origen al apagón en cadena de 110 plantas que generan 61.800 megawatios con los que se suministra energía eléctrica a 50 millones de personas,. Las investigaciones empiezan a dar la razón al ministro de Defensa canadiense, John McCallum, que desde el principio apunta con su dedo acusador hacia «alguna parte de la región americana de los Grandes Lagos». El Lago Erie parece guardar la explicación junto a sus aguas heladas, desde donde se envía corriente a Nueva York, Detroit y el sur de Canadá. El problema surgido en ese área de Michigan y el Lago Ontario a las 16.09 horas fue el detonante de la calamidad. Un minuto después un destello de 300 megawatios, capaz de iluminar una ciudad de 300.000 habitantes, atravesó el cableado eléctrico de las centrales y regresó en cuestión de segundos como un boomerang en dirección oeste, creando una sobrecarga de 500 megawatios que hizo saltar todas las alarmas y voló los fusibles automáticamente. A las 16.11 horas docenas de plantas eléctricas aparecían iluminadas en los ordenadores con un punto rojo y 24.000 kilómetros en ocho estados y dos países se habían quedado sin luz. «¡Oh, Dios mío!», exclamó asustado el operador de la planta de Genscape, John Broyles. «Nuestro sistema se está fundiendo», temió. Antes de volver a poner en marcha toda la red había que encontrar el falló para evitar daños permanentes y aún entonces, el proceso es una coreografía extremadamente lenta y compleja de pequeñas cargas eléctricas para preservar el equilibrio y evitar otra sobrecarga, ya que todos los aparatos eléctricos utilizan más corriente al ponerse en marcha. Minutos previos Pero incluso antes de esos dos minutos que parecen encerrar la clave hubo otras alteraciones que debieron haberse tomado como avisos de que algo iba mal. La primera caída en la intensidad de la corriente ocurrió a las 14.24 horas, casi dos horas antes del gran apagón, según revela el monitoreo de la empresa SoftSwitching Technologies, contratada por la industria eléctrica precisamente para vigilar el funcionamiento de la energía eléctrica en su red. Ese bajón de electricidad se repitió dos veces a las 15.17 horas y otras dos más a las 15.43 horas, reestableciéndose solo sin mayores intervenciones. Fue a las 16.09 horas cuando el sistema no se autocorrigió adecuadamente y saltaron todos los mecanismos para evitar daños mayores. El recuento de hechos técnicos no responde a ninguna de las preguntas que el fallo eléctrico más importante de la historia de EE.UU. ha dejado en la mente de sus habitantes.

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