El pacto estuvo a punto de fracasar por la insistencia rebelde de asumir cargos relevantes
El gobierno y los rebeldes firman el pacto hacia la pacificación de Liberia
El acuerdo permitirá crear un Gobierno de transición y sacar al país del conflicto civil que sufre
Las facciones en pugna en Liberia firmaron ayer un acuerdo de armisticio que permitirá formar un Gobierno de transición y sacar al país de un conflicto civil que se remonta a la década de 1990. Representantes del Gobierno interino liberiano, que encabeza el presidente Moses Blah, y de los grupos rebeldes Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia (LURD) y Movimiento para la Democracia en Liberia (MODEL), firmaron el pacto en Accra (Ghana) en presencia del presidente del país, John Kufuor. Kufuor es asimismo el titular de turno de la Comunidad Económica de estados de Africa Occidental (CEDEAO), bajo cuya mediación y los auspicios de la ONU se celebran las negociaciones de paz para Liberia. Según el pacto, el llamado Gobierno Nacional de Transición de Liberia (NTGL, en inglés) estará compuesto por un presidente y vicepresidente y 76 ministros y viceministros. Las carteras serán ocupadas por doce candidatos del Gobierno de Blah y el mismo número para el LURD y el MODEL, dieciocho para los partidos políticos, siete para la sociedad civil y quince para la misma cantidad de distritos que tiene el país. El presidente y vicepresidente del NTGL serán elegidos por los delegados en las conversaciones de Accra en votación organizada y supervisada por la CEDEAO, la ONU, la Unión Africana (UA), la Unión Europea (UE), y el Grupo Internacional de Contacto con Liberia (ICGL). La selección de los miembros de la Asamblea Legislativa Nacional de Transición (NTLA) se hará en Liberia, tras consultas internas de los partidos políticos, señala el acuerdo. Las negociaciones de paz estuvieron a punto de fracasar el pasado fin de semana debido a la insistencia del LURD de ocupar la vicepresidencia de la futura Administración y la presidencia del Congreso del país. Los líderes del LURD amenazaron incluso con reanudar las hostilidades si uno de ellos no recibía el cargo de vicepresidente del país. Los rebeldes afirmaron que los dos puestos les habían sido prometidos en las conversaciones preliminares, pero los mediadores puntualizaron que el borrador excluía expresamente a los beligerantes de la dirección del Ejecutivo y del Legislativo. El borrador puntualizaba que los cuatro máximos cargos del Gobierno de transición y la Asamblea serían asignados a los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil y que el LURD, la actual Administración y el MODEL, no debían ocupar ninguno de esos cargos.