Asesinan al ministro de Daguestán golpeando la paz del Cáucaso

El asesinato con una bomba adosada a su coche del ministro de Nacionalidades de Daguestán, Magomed Salih Gusáyev, despertó ayer el fantasma del integrismo en esa república rusa, vecina de Chechenia y auténtico polvorín de etnias y clanes. La principal versión sobre el atentado contra Gusáyev, ministro daguestaní de Política Nacional (problemas entre nacionalidades), Información y Relaciones Públicas, atribuye su autoría a alguno de los grupos integristas que habían jurado matar a este paladín de la lucha contra el radicalismo islámico en el norte del Cáucaso. El acto terrorista ocurrió cuando el político acababa de abandonar su domicilio en Majachkalá, la capital de Daguestán, y en compañía de su chófer se dirigía al trabajo. A la altura del cruce de las calles Akushinskova y Vorvskova, en el momento en que el automóvil de Gusáyev reducía la marcha para girar, dos hombres aprovecharon para acercarse al vehículo, colocar un artefacto sobre su techo y huir. El dispositivo, una mina magnética, estalló abriendo un boquete de medio metro de diámetro en el techo del coche y acabó con la vida de Gusáyev. Toda la potencia destructora de la bomba se proyectó sobre la parte trasera del automóvil, por lo que el chófer del ministro sólo resultó herido.