Un estudio revela que el ejército estadounidense no cuenta con sufientes tropas en suelo iraquí
Bush negocia la ayuda militar de la ONU por la ola de violencia en Irak
EE. UU. pretende que los cascos azules pacifiquen el país pero conservando el mando de las tropas
Bush, Colin Powell y el Gobierno norteamericano en general se empeñan en negar que Irak les está dando demasiados problemas. Pero parece claro que la decisión que ha empujado al presidente norteamericano a dar el visto bueno a una resolución de la ONU que permita el envío de tropas internacionales, cuyas negociaciones comenzaron ayer, es precisamente el auge de la violencia y la incapacidad de las tropas norteamericanas para contenerla. Además, el martes se hizo público un estudio del Congreso en el que se reconoce que el Ejército no tiene tropas suficientes en suelo iraquí para mantener la ocupación y en el que se exhorta a solicitar ayuda internacional para hacer frente a la situación ya que de lo contrario Estados Unidos tendría que gastar miles de millones de dólares. «La resolución ofrecerá un papel mayor en la reconstrucción y democratización de Irak» así como la aportación de más fondos y tropas por parte de otros países, explicó ayer Powell en rueda de prensa. El borrador que se ha puesto en circulación en medios diplomáticos mantiene el mando militar en manos estadounidenses y pide que Consejo de Gobierno de Irak fije un calendario electoral. Aunque desde el atentado que sufrió la sede de las Naciones Unidas en Bagdag parecía claro que Estados Unidos tendría que cambiar su política respecto a Irak, Powell volvió a negar ayer que la génesis de la resolución radique en el aumento de las bajas estadounidenses y en la imposibilidad de controlar la violencia. Sin embargo, la líder demócrata del Congreso afirmó: «La resolución significa la admisión de que nuestra política (en Irak) no es realista ni sostenible». El embajador norteamericano ante la ONU John Negroponte comenzó ayer la ronda de negociaciones y según Powell las reacciones iniciales «han sido positivas». Sin embargo, Francia y Alemania, que se opusieron firmemente a la guerra, no parecen estar dispuestas a permitir que el mando militar quede en manos norteamericanas. Sin embargo, según el New York Times, esta vez el Gobierno de Bush intentará que las negociaciones sean menos polémicas que las que precedieron a la invasión de Irak y estima que el borrador debería estar listo en menos de tres semanas, justo antes de que George W. Bush hable frente a la Asamblea General de la ONU con motivo de su apertura oficial. Colin Powell admitió conocer que Estados Unidos no renunciará a mantener el mando único de esta fuerza multinacional y quieren que el texto se apruebe rápidamente para cumplir su objetivo.