Chirac y Schroeder afrentan a la Casa Blanca y sellan otro frente común contra la política americana
Francia y Alemania no ayudarán a Bush si la ONU no manda en Irak
El eje franco-alemán impide a EE.UU. en el Consejo de Seguridad dirigir un mayor despliegue de tropas
? En una extraordinaria posición común con respecto a la situación en Irak y al liderazgo político y militar que ejerce Estados Unidos en ese país, el presidente de Francia, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, calificaron ayer como «insuficiente» el nuevo borrador de resolución que está elaborando Estados Unidos y advirtieron que no estaban dispuestos a aceptar el documento para una nueva resolución de Naciones Unidas sobre Irak. Tanto Chirac como Schröder resaltaron que Francia y Alemania habían intentado en el pasado impedir una guerra y que ahora intentarían dar una perspectiva de estabilización a Irak. «Estamos dispuestos a examinar las propuestas, pero parecen estar demasiado lejos del objetivo prioritario que es, a saber, la transferencia lo más pronto posible de responsabilidad política a un Gobierno iraquí para salir de una lógica de ocupación y de entrar en una lógica de desarrollo bajo la responsabilidad de los propios iraquíes», dijo Chirac durante una breve rueda de prensa conjunta realizada en Dresden. El canciller Schröder, por su parte, destacó que la iniciativa demostraba que había «movimiento» en la posición de Estados Unidos, pero advirtió que el borrador no era «suficiente» ni tampoco muy «dinámico», al tiempo que recordó que Alemania y Francia habían intentado impedir una guerra en Irak y que ahora deseaban ayudar a dar estabilidad y democracia al país. «Estas perspectivas sólo pueden desarrollarse en forma exitosa si Naciones Unidas recibe la responsabilidad para impulsar un desarrollo político y si se tiene éxito en instalar un Gobierno iraquí responsable para el funcionamiento del país», añadió el canciller germano. Golpe a Bush Aunque la decisión de Washington de impulsar una nueva resolución para Irak, para hacer posible el envío de una fuerza multinacional en el marco de la ONU, marca un importante cambio político para el presidente Bush, Francia y Alemania volvieron a unir fuerzas y propinaron un severo golpe diplomático al mandatario americano, al negar públicamente su apoyo a la iniciativa ordenada por Bush. La afrenta fue casi total cuando el presidente Chirac destacó que el proyecto de resolución será objeto de muchas discusiones y que Francia y Alemania tendrían la ocasión de presentar correcciones y modificaciones. «La concertación franco-alemana será total, con la voluntad de tener una actitud común sobre esta resolución», insistió Chirac en una extraordinario ejemplo de la firmeza que pretenden defender los dos líderes en el seno del Consejo de Seguridad para intentar obtener una resolución que pueda poner fin a la ocupación militar americana en Irak. La férrea posición franco-alemana y los nuevos planes diplomáticos de Washington fue hecha pública en un momento crucial para los dos países, que aún se niegan a enviar soldados a Irak y que consideran la presencia militar de EE.?UU. como una fuerza de ocupación.