Más patatas francesas

DONALD Rumsfeld, secretario norteamericano de Defensa, estuvo ayer, entre otros sitios, en Tikrit, ciudad natal de Sadam Huseín (y, entre paréntesis, de Saladino). Era un mensaje formal de Washington en días de tribulación, cuando la propia posición del secretario parece perdedora frente a los reaparecidos realistas amparados por el presidente Bush. Los realistas, es sabido, han obtenido del presidente permiso para tratar de onusificar la crisis, una operación de búsqueda de socios políticos, militares y financieros que acepten incorporarse a la operación de estabilizar Irak bajo el paraguas de una nueva resolución de la ONU. El borrador, corto y tan ambiguo como la 1.483, está llamado a recibir perfeccionamientos decisivos y ayer empezó en el Consejo de Seguridad el regateo habitual en estos trances. Y volvieron también las tomas de posición: el jueves Gerhard Schroeder y Jacques Chirac, con un vocabulario cortés y una disposición constructiva, demolieron el modesto e inocuo texto. Y ayer mismo, en Le Figaro , el ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin, hacía valoraciones más pensadas, pero no menos concluyentes. Y en Washington vuelve -qué diferencia en el tono y la extensión de los comentarios- el anecdotarismo ridículo y se recuerda de nuevo que en la primavera pasada las cafeterías oficiales de la Administración cambiaron el nombre tradicional de french fries por el de freedom fries , una ocurrencia que cambió las patatas francesas por las de la libertad, sin más. Los observadores más sensatos saben que esta vez no se volverá a ciertas andadas. El borrador tiene una virtud, su brevedad y sencillez, y un defecto: si se deja más o menos como está, para evitar vetos, será inocuo y no surtirá efectos políticos suficientes como para que los Estados capaces de enviar tropas y exportar autoridad política (India y dos potencias musulmanas, Pakistán o Turquía) se decidan a hacerlo. Si se quiere una cooperación internacional activa hay que abandonar la « lógica de la ocupación» (Chirac dixit ) para pasar a la rápida vuelta a la soberanía nacional y, por tanto, las Naciones Unidas deberían tener el dominant role (no el vaporoso vital role ) que Colin Powell advirtió que seguirán teniendo en Irak... los Estados Unidos. Claro está.