¿Salvavidas europeo?

SÚBITAMENTE se anunció ayer que el próximo sábado se celebrará en Berlín una cumbre tripartita anglo-franco-británica para examinar cuestiones de política internacional; «vistas las diferencias surgidas en los últimos meses (...) la cuestión del Irak estará, desde luego, sobre la mesa». El anuncio sorpresa remite a una pregunta inicial: ¿quién convoca? La respuesta a la modesta interrogación daría una buena pista del nivel de necesidad o de urgencia de los reunidos, cada uno con su matiz. Se celebra en Berlín y ello podría indicar que es el canciller Schröder el autor de la iniciativa, pero su encuentro con el presidente Chirac estaba presente en el marco de las consultas periódicas bilaterales y de hecho el dirigente francés llega un día antes y el sábado... se les une Tony Blair. La confusión se acrecienta con otro anexo: un día después, el domingo, Blair recibirá en Chequers al presidente Aznar, a quien dará cuenta de lo tratado o acordado. El Gobierno español, es sabido, se ha alineado fuertemente con Washington en Irak y también lo ha hecho el italiano y Silvio Berlusconi tampoco ha sido invitado en primera instancia. No es muy atrevido suponer que Tony Blair hará de valedor del «giro» americano hacia una cierta «onusificación» de la crisis, con matices de importancia. París sugirió en las horas que precedieron al anuncio de la reunión que podría considerar algo parecido a una transferencia «simbólica» provisional a los iraquíes de su proceso político-institucional en espera de un rápido fin de la ocupación. Se suponía que, asimismo, flexibilizaría su propuesta de un calendario de restitución de la soberanía nacional en unos ocho meses, rechazada por Washington por «irrealista». ¿Han pedido la Casa Blanca a Tony Blair que obtenga de una vez de los europeos a través de la ONU el salvavidas que la Administración Bush parece necesitar? No es seguro, pero si verosímil.