Bush negocia otra resolución en la que pone fecha al fin de la postguerra, como exige Francia
Annan pedirá que EE.UU. se vaya de Irak en cinco meses a cambio de apoyo
El jefe de inspectores acusa a Sadam de mentiroso para justificar el fracaso en la búsqueda de armas
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, presentará un plan ante el Consejo de Seguridad similar al que se utilizó en Afganistán por el que se solicita el traspaso de la soberanía a manos iraquíes en un plazo de entre tres y cinco meses mientras paralelamente se va redactando la Constitución y se preparan elecciones democráticas. La idea de Annan sería quitarle el poder cuanto antes a Estados Unidos para evitar el creciente descontento entre la población iraquí debida a la ocupación. Sin embargo, no parece que los norteamericanos vayan a prestarle atención a Annan puesto que tienen su propia resolución sobre la mesa del Consejo de Seguridad.De hecho, Estados Unidos ha comenzado a hacer circular un nuevo borrador de la resolución de la ONU para una mayor participación internacional en la reconstrucción de Irak, según anunció ayer el Departamento de Estado. El secretario de Estado, Colin Powell, ha comenzado ya el proceso de discutir el texto con los ministros de Exteriores de España, Ana Palacio; Reino Unido, Jack Straw, y Alemania, Joschka Fischer. La resolución acepta gran parte de las exigencias de Francia para acudir en ayuda de Estados Unidos en Irak. Esta nueva versión ofrece una definición más específica del papel de la ONU en Irak, y además deja claro que habrá una fuerza multinacional cuya presencia en ese país estará vinculada al objetivo de transferir la autoridad al pueblo iraquí. Mientras, las excusas para justificar el fracaso en la búsqueda de armas de destrucción masiva parece no tener fin. Según publicaba ayer The Washington Post , ahora el plan del Gobierno es mostrar a Sadam Huseín como a un mentiroso que intentó asustar al mundo advirtiendo que había distribuido armamento químico y biológico entre sus hombres simplemente para evitar un ataque estadounidense aunque en realidad no poseyera ninguna de esas armas. Esa será la clave del testimonio que David Kay, jefe de los 1200 inspectores que Estados Unidos envió a Irak tras la guerra, argumentará hoy frente a una comisión del Congreso y el Senado que busca respuestas ante la falta de pruebas que demuestren que el Gobierno estadounidense estaba en lo cierto cuando afirmó que el régimen iraquí era una amenaza para el mundo. Después de tres meses de trabajo, el equipo de Kay ha sido incapaz de volver a casa con algún dato que pruebe que Sadam poseía armas de destrucción masiva. Es más, de toda la información acumulada parece posible que Sadam incluso mintiera a su propia gente, según el diario, ya que las conclusiones de los inspectores norteamericanos indican que la mayor parte del armamento supuestamente mortífero que poseía el dictador fue destruido durante la primera guerra del golfo. No obstante, Key insistirá en que a pesar de todo, Sadam mantuvo su capacidad para desarrollar armas químicas biológicas y nucleares, aunque no hayan encontrado pruebas que demuestren que se fabricaran. Mientras ayer Bush aseguraba que el responsable de filtrar a la prensa el nombre de un agente de la CIA, «ha violado la ley y será castigado». El caso amenaza los cimientos políticos de la Casa Blanca.