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La sintonía entre Madrid y Varsovia, aliados de Bush, provoca la invitación urgente del canciller | Análisis | La cronología de una crisis |

Aznar y Schröder intentan eliminar sus diferencias sobre el futuro de la UE

La alianza española polaca preocupa a los grandes, que aceptarían la Europa «de dos velocidades»

Aznar y el canciller alemán se reunieron en Berlín para intentar llegar a un acuerdo

Publicado por
Enrique Müller - berlínberlínbuenos aires
León

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Después de varios meses de silencio, de recriminaciones recíprocas y en medio de fuertes tensiones marcadas por posiciones casi irreconciliables en torno al futuro de Irak, el proyecto de Constitución europea y la ayuda económica que recibe España de Bruselas, el canciller alemán, Gerhard Schröder y el presidente del Gobierno español, Jose Maria Aznar, se reunieron anoche en Berlín para intentar eliminar las diferencias que separan a Berlín y Madrid y garantizar el éxito de la crucial Conferencia Intergubernamental, que se inaugura el sábado en Roma. Aunque la cita de anoche fue informal y tuvo lugar en los aposentos privados que tiene el canciller Schröder en la moderna sede del gobierno alemán, el encuentro entre los dos líderes europeos estuvo marcado, antes que nada, por un nuevo obstáculo en la construcción de la casa común europea y que fue anunciado el martes pasado en Madrid: la decisión de España y Polonia de intentar boicotear el proyecto de Constitución europea, si no se respetan los acuerdos del Tratado de Niza en lo referente al reparto de votos entre Estados. La nueva alianza entre España y Polonia -los dos países que más defendieron la posición de George W. Bush en la guerra de Irak, aparte del Reino Unido- destinada a buscar un enmienda en el proyecto de Constitución fue calificada por un alto funcionario del Gobierno alemán, pocas horas antes de la cena informal, como uno de los «más graves obstáculos» para el éxito de la reunión de Roma y de la Conferencia Intergubernamental. La nueva alianza entre Madrid y Varsovia pudo haber sido el detonante que convenció al canciller Schröder para buscar un espacio en su agenda y ofrecer una cena privada al presidente Aznar. El jefe del Gobierno español había rechazado hasta el viernes pasado viajar a Berlín para inaugurar una reunión del llamado Foro Hispano-Alemán, que tiene lugar en la capital germana, pero cambió su decisión cuando recibió la invitación para cenar en la chancillería. El nuevo obstáculo creado por la alianza española polaca preocupa en Berlín y fuentes diplomáticas señalaron que Alemania podría estar dispuesta a buscar una solución alternativa y dar vida a la llamada Europa de dos velocidades. La decisión tendría el apoyo de Chirac, Blair y Berlusconi.