Cerrar

La tranquilidad de la Casa Blanca se ha visto alterada con el caso Wilson

Publicado por
Rosa Paíno - redacción
León

Creado:

Actualizado:

Por si tuviera pocos problemas, al presidente George W. Bush le ha explotado en la cara un caso Kelly a la americana, a un año de las elecciones en las que pretende salir reelegido. Los demócratas han olfateado la presa, y no piensa abrir sus colmillos hasta lograr dar un buen mordisco a la yugular del inquilino de la Casa Blanca. Para entender el escándalo hay que remontarse a los primeros meses del 2002, cuando el ex embajador y especialista en temas africanos Joseph Wilson reveló que había sido enviado a Níger por la Administración Bush para investigar acusaciones de que Irak había comprado uranio enriquecido para desarrollar armas nucleares. Tras su misión, presentó su informe al Gobierno en el que afirmaba que no había hallado prueba alguna. Pero ante la obstinación de la administración Bush de repetir sus acusaciones contra Irak, Wilson decidió hacer públicas sus conclusiones en julio pasado. Wilson hizo la revelación después de que Bush esgrimiera esa acusación en su discurso sobre el estado de la Unión en enero, como una de las razones para invadir Irak. En venganza, la Casa Blanca habría decidido entonces revelar a la prensa que la esposa de Wilson, Valerie Plame, era agente de la CIA. A lo que el diplomático Joseph Wilson, uno de los principales implicados en el escándalo, dejó entender que Karl Rove era el origen de la filtración que entregó a la prensa el nombre de su esposa, identificándola como un agente secreto de la agencia de inteligencia estadounidense CIA. Rove está considerado la eminencia gris de George W. Bush, como estratega de sus campañas electorales, primero a la Gobernación de Tejas (1993), luego al asalto de la Casa Blanca (2000) y ahora para la reelección del 2004. Su colaboración con el clan Bush se remonta a 1973, cuando era líder de los jóvenes republicanos tejanos cuando Bush padre dirigía el partido en ese estado. Pero siempre ha perma-necido en la sombra y son muy escasas sus apariciones públicas.Su olfato político y, sobre todo, la absoluta con-fianza que le profesa el pre-sidente, son sus principales virtudes. Su último logró fue el triunfo en las legislativas del 2002, que permitió al partido del elefante retomar el control del Congreso. El odio de Wilson hacia el asesor es patente. «Me interesaría saber si lograremos hacer que Rove salga de la Casa Blanca esposado», afirmó. Aunque la pregunta del millón sigue siendo quién o quiénes filtraron al columnista Robert Novak que Valerie Plame era una agente de la CIA especializada en armas biológicas, químicas y nucleares, con el objetivo de minar la credibilidad de su crítico marido. El conservador editorialista de The Washington Post publicó el pasado 14 de julio el nombre de la espía, que le revelaron «dos altos funcionarios». Novak sugirió que esa conexión llevó a la designación de Wilson para llevar a cabo la mencionada misión en Níger.

Cargando contenidos...