Annan critica la propuesta de EE.UU. para Irak y la ONU la recibe con frialdad

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas comenzó ayer, jueves, a debatir la nueva resolución acerca de Irak propuesta por Estados Unidos que otorgaría un mayor papel a la ONU en el país ocupado y conminaría a los países a ayudar en el proceso de reconstrucción. Pero el documento que presentó el embajador estadounidense ante la ONU, John Negroponte, ya ha desatado las críticas del secretario general del organismo, Kofi Annan, por no seguir sus recomendaciones de que se transfiera rápido la soberanía del país a un Gobierno provisional iraquí hasta la llegada de elecciones. De momento, Francia no ha querido expresar comentarios oficiales hasta no revisar la propuesta, aunque el embajador francés ante la ONU, Jean-Marc de La Sabliere, ha anunciado que el proyecto de resolución elaborado por Estados Unidos para la reconstrucción de Irak «no responde a las esperanzas» de Francia y «deja a Naciones Unidas un papel subsidiario». Mientras, Alemania se ha mostrado favorable, aunque ha dicho que el contenido se puede mejorar. Según la Casa Blanca, el texto ha tratado de incorporar las peticiones de esos dos países de que se produzca un traspaso expedito de la soberanía al pueblo iraquí, al expresar que «el día en que los iraquíes se gobiernen a ellos mismos debe suceder pronto». En el borrador, Estados Unidos se compromete a transferir «tan pronto como sea posible la responsabilidad ejecutiva» a los iraquíes. Pero no se hace mención de plazos concretos, como lo había solicitado París, que quisiera ver un Gobierno iraquí en el poder para finales de año. Como ya se sabía, y a pesar de crear una fuerza multinacional auspiciada por la ONU, el documento sigue considerando a Estados Unidos como la principal autoridad del país hasta la celebración de elecciones democráticas. La propuesta estadounidense autorizaría a Naciones Unidas a ayudar al Consejo de Gobierno provisional del país en la redacción de la Constitución y la preparación de elecciones. Sin embargo, y a pesar de decir que quiere «reforzar el papel vital de la ONU en Irak», el documento no dota al organismo de autoridad en la supervisión de la transición democrática. La única concesión es el compromiso por parte de Estados Unidos de comparecer cada seis meses ante el Consejo de Seguridad para informar de los avances del proceso. También conmina a los 191 países miembros de la ONU a contribuir con tropas o dinero a la estabilización del país ocupado y pide a las organismos financieros internacionales que tomen «iniciativas inmediatas para ofrecer una amplia gama de préstamos y otra asistencia financiera a Irak». Ahora empiezan las discusiones en el Consejo de Seguridad, y a pesar de las divergencias nadie anticipa grandes batallas, ya que Francia ha anunciado que no vetaría la resolución. Washington quisiera verla aprobada antes del 23 de octubre, día en el que comenzará en Madrid la Conferencia de Donantes, y EE.?UU. espera apoyarse en la resolución para recaudar más fondos para la reconstrucción. De todas formas, con o sin resolución, es poco probable que Estados Unidos logre muchas tropas y captar la ingente cantidad dinero que necesita: un equipo de especialistas del Banco Mundial y Naciones Unidas ha determinado que Irak requiere 36.000 millones de dólares en los próximos cuatro años. Y eso sería sin contar con los 19.000 millones para el mismo periodo calculados por los estadounidenses. En total, la reconstrucción del país costaría 55.000 millones y Washington quisiera recaudar una buena parte en la Conferencia de Donantes.