Diario de León

Las víctimas estaban comiendo cuando la militante de la Yihad, de 18 años, activó la carga

Un atentado brutal golpea de nuevo a Israel y deja 19 muertos

El largo puente festivo judío, que celebra desde ayer su fiesta más sagrada, el Yom Kipur, se tiñó de sangre y muerte. Eran las 2,15 de la tarde, cuando

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C. Tristán - corresponsal | jerusalén
León

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La explosión mató  a 19 personas, entre ellos cinco niños, e hirió a más de medio centenar, varios en estado crítico. Judíos y árabes se hayan entre las víctimas al ser  el restaurante propiedad de un ciudadano árabe-israelí. Según los testigos, la suicida abrió fuego contra el vigilante que custodiaba la entrada, después de burlar los estrictos controles militares impuestos en Cisjordania desde la noche del viernes. Se trata de la primera vez que un suicida actúa así. Con anterioridad muchos kamikaces fueron detenidos en la puerta de restaurantes, cafeterías, centros comerciales y otros lugares públicos por los guardas de seguridad, que así abortaron los ataques o hicieron que el número de víctimas fuera relativamente bajo. El nuevo procedimiento de disparar contra el guarda de seguridad antes de entrar será estudiado con detenimiento por el ejército israelí. El atentado se lo ha atribuido la Yihad Islámica. Un portavoz de esta organización en Gaza señaló: «Se trata de la respuesta natural contra los crímenes que comete a diario la ocupación israelí» y que el atentado «prueba que el muro de separación que Israel está construyendo dentro de Cisjordania no puede detener a los suicidas». En los últimos días las tropas hebreas han matado o detenido a un gran número de militantes de esa formación. Ariel Sharon se reunía poco después del ataque con oficiales de su ejército para discutir de nuevo la deportación del presidente palestino Yaser Arafat, entre otras represalias. Tanto el ministro de Ciencia y Tecnología, Eliézer Sandberg, como el de Sanidad, Dani Navé, afirmaban la necesidad de «desterrar o asesinar» al líder palestino. Israel, dijo Navé, «debería aprovechar esta oportunidad para librarse de Arafat». Un representante de la oficina de Sharon, Dani Baker, fue más comedido al precisar que «la Autoridad Palestina debe tomar medidas inmediatas contra los grupos palestinos armados». Máxima alerta en la Mukata Las fuerzas palestinas que protegen la Mukata, edificio de la gobernación donde se encuentra confinado Yasser Arafat en Ramala, están en estado de alerta máxima. Además, cientos de palestinos acudían desde primeras horas de la tarde a las inmediaciones para proteger la vida de su presidente. Tanto el primer ministro, Abu Alá, como el ministro palestino encargado de las negociaciones de paz, Saed Erekat, condenaron durante el atentado. Erekat volvía pedir la mediación internacional para frenar la violencia. Arafat divulgó un comunicado en el que condenó <> el ataque.

. Las condenas, incluida la de la UE, se multiplicaron en la escena internacional. Washington reiteró que lo ocurrido demuestra que la Autoridad palestina tiene que actuar sin reservas contra los radicales. Poco después del atentado, soldados israelíes mataban en el campo de refugiados de Tulkarem a un militante de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y a un niño de 9 años, que recibió varios impactos de bala en el pecho .
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