| Análisis | Entre la espada y la pared |
Ojos vueltos a Al-Asad
? El joven presidente sirio, Bachar Al-Asad, se enfrenta a la mayor crisis con Israel desde que hace tres años sucediera a su padre, uno de los hombres duros de Oriente Medio, al frente de uno de los países más conflictivos de la región. Tras el primer bombardeo israelí sobre territorio nacional sirio desde su ascensión al poder, este oftalmólogo de 35 años se encuentra entre la espada y la pared. Según expertos en la región, la encrucijada de Al-Asad es elegir entre la política de enfrentamiento -militar o diplomático- o avenirse a colaborar y retirar el supuesto respaldo sirio a los radicales palestinos y al grupo chií libanés Hizbulá, demonizado por Israel y Estados Unidos. En su primera crisis con Israel -un ataque en 2001 contra una posición de radar siria en el Líbano, acción en la que murieron tres soldados- evitó la confrontación militar y se decantó por la vía diplomática apelando a la ONU. Sin embargo, esta vez los halcones que flanquearon a su padre parece que estén menos dispuestos a templar gaitas. Sin embargo, muchos se preguntan cómo podrá responder Siria a una agresión israelí de más enjundia, cuando tecnológicamente su Ejército es inferior al de su vecino judío, que además cuenta con el apoyo de EE.UU. Muchos recuerdan que Bachar Al-Asad ha optado por otras vías cuando se ha visto acorralado y citan los preliminares de la guerra de EE.UU. contra Irak, cuando ordenó cerrar las oficinas de los grupos radicales en Damasco, como le exigía Washington. EE.UU. no está satisfechos, y desea una mayor cooperación del dirigente más joven de la región.