Todos los países menos EE.?UU. y Reino Unido repudian la agresión

? Si la comunidad internacional se volcó el sábado pasado en condenar el atentado suicida que dejó 19 víctimas mortales en Haifa (norte de Israel),ayer hizo lo propio para denunciar el ataque aéreo del Ejército hebreo contra un presunto campo de entrenamiento de las organizaciones terroristas Hamás y Yihad Islámica en territorio sirio. Todos los países que se pronunciaron hasta el momento coincidieron en señalar que Israel estaba incurriendo en una «grave escalada» y que el bombardeo a un país extranjero no suponía un paso adelante para la solución del conflicto que vive la región. Sin embargo, el Gobierno estadounidense demostró de nuevo su sintonía con Israel y, en vez de condenar el ataque, recordó a Siria que ya fue advertida en su momento por Washington de que estaba en el bando equivocado en la guerra contra el terrorismo. «Hemos dicho en varias ocasiones al Gobierno sirio que está en el bando malo en la guerra contra el terrorismo y que debe dejar de dar cobijo a terroristas. Este sigue siendo nuestro punto de vista», señaló un responsable de la Casa Blanca. Pese a ello, instó a ambas partes, a Siria e Israel, a evitar toda acción que pueda derivar en una escalada de la tensión en la zona. «Llamamos, tanto a Israel como a Siria, a evitar cualquier acción que exacerbe las tensiones o pueda conducir a hostilidades», añadió. La legalidad Más matizada fue la postura de Londres. El Gobierno británico reconoció que Israel tiene derecho a «protegerse» de los atentados terroristas, pero siempre respetando la legalidad internacional. Un portavoz del Foreign Office explicó que las medidas que Israel decida tomar en su propia defensa «deben enmarcarse en el derecho internacional». «Ya hemos llamado a todas las partes a la retención y seguimos haciéndolo», agregó. Por su parte, Rusia, que simpatiza con el bando palestino, expresó su temor a asistir a una ampliación del conflicto israelo-palestino después del ataque en territorio sirio. Desde el mundo árabe las condenas fueron más exacerbadas y las críticas a la acción hebrea se multiplicaron de Argelia a Líbano. La UE se pronunció contra esta agresión y la condenó.