El Gobierno de Turquía aprueba el despliegue de sus soldados en territorio iraquí
Bush toma el mando total de Irak y Afganistán ante la cascada de errores
Los talibanes se reorganizan y la resistencia fiel a Sadam mina la moral norteamericana
Al ver que está perdiendo el favor del electorado, la Casa Blanca quiere tomar las riendas en Irak y Afganistán y ha ordenado que se ponga en marcha una enorme reestructuración de las actividades estadounidenses en ambos países para tratar de eliminar la violencia y acelerar los planes de reconstrucción. La idea de George W. Bush es crear, entre otras iniciativas, un Grupo de Estabilización para Irak que esté a cargo de Condoleezza Rice, la asesora en Seguridad Nacional, para que la Casa Blanca tenga un control más directo sobre las iniciativas para combatir el terrorismo, el desarrollo de estructuras políticas y la reactivación económica en los dos países. Esto significaría quitar poder tanto al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, como al secretario de Estado, Colin Powell. El Pentágono ha sido hasta ahora la principal autoridad en Irak, mientras el Departamento de Estado ha llevado la voz cantante en la reconstrucción de Afganistán. También significa que en Washington son cada vez más conscientes de que lo que acontezca en ambos países podría costar a Bush la reelección en las elecciones de 2004. En un momento en el que la popularidad de Bush se está desplomando en las encuestas por lo que se percibe como una mala gestión en política exterior y los legisladores están criticando al mandatario por pedir 87.000 millones de dólares suplementarios para Irak y Afganistán, queda claro que la Casa Blanca quiere ser directamente responsable de los planes futuros en los dos países. Este nuevo plan se dio a conocer ayer después de que se descubriera un comunicado interno confidencial de Rice dirigido a Rumsfeld, Powell y el director de la CIA, George Tenet. Según varios funcionarios, la creación del grupo responde a la creciente frustración que está experimentando Bush frente a los reveses sufridos en Irak y la falta de avances más visibles en Afganistán, en donde parece que están resurgiendo los simpatizantes de los talibanes. Estos nuevos planes son considerados por muchos como una admisión tácita por parte de la Casa Blanca de que hasta ahora sus planes de reconstrucción en los dos países han sido poco efectivos y que no habían previsto los ataques constantes a los que están sometidas las tropas estadounidenses en Irak. Ya hay más soldados muertos en ese país desde que terminaron las operaciones de combate que durante las seis semanas que duró la guerra. El Gobierno turco aprobó ayer el envío de tropas de su país al vecino Irak y anunció que remitirá la propuesta al Parlamento.